La selección española disputa este viernes los cuartos de final ante Suiza en el Wankdorf Stadion, en Berna , tras una fase de grupos en el que han ganado los tres partidos y han anotado 14 goles. Laia Aleixandri (Santa Coloma de Gramanet, 2000) conformará el eje de la zaga junto a Irene Paredes. La catalana está viviendo su mejor año. Tras formarse en la cantera del Barcelona, militó cinco temporadas en el Atlético de Madrid y tres en el City antes de regresar al club azulgrana, del que es socia desde que nació. Poco antes de ser convocada para la Eurocopa pasó por el altar para contraer nupcias con su marido y agente Moisés Trillo, fundador de la agencia de representación BePlayer.—Fase de grupos perfecta y en cuartos de final, ¿se lo esperaba?—El equipo ha estado muy bien en fase de grupos, hemos sacado los máximos puntos posibles, extraemos muchas cosas positivas. Hay cosas que hay que ir mejorando, pero estamos muy contentas de cómo hemos actuado. Ahora vienen los cuartos y hay que seguir con esta exigencia.—Ustedes lanzan un mensaje de serenidad, pero no hay nadie en España que no piense que van a ganar la Eurocopa. ¿Qué sienten, orgullo, presión…?—Presión no es. Nosotras somos realistas, sabemos que hay mucho ruido, que la gente nos da por favoritas, pero nosotras trabajamos en nuestra burbuja. ¿Qué quiere decir eso? Pues que nosotras sabemos lo que cuesta ganar un campeonato tan grande. En una Eurocopa no basta con tener buenas jugadoras o un buen equipo, se va más al detalle, hay que tener buena suerte. Son muchas cosas, trabajamos en esa dinámica, dentro de esa burbuja, pero también somos realistas. Nosotras a lo nuestro que así funcionamos bien y seguro que nos irá bien.—El próximo rival es Suiza, a priori asequible, pero juegan en casa…—Es un aliciente para ellas. El estadio va a estar a reventar. Van a tener la jugadora número doce. Nosotras somos una selección con experiencia, en escenarios así nos crecemos y vamos a tener que salir con esa mentalidad. Pero Suiza es un equipo que se despliega muy rápido, que tiene jugadoras interesantes en diferentes líneas y es muy buena como selección.—Por poner algún pero, los tres goles encajados. ¿Qué opina como central, se puede hacer más?—Somos la segunda selección, empatada con otra, que menos goles hemos encajado en toda la Eurocopa. Es un dato que hay que extraer como positivo para saber que, obviamente esa faceta la tenemos que mejorar, pero es positiva. También nos gusta atacar muchísimo y lo hacemos con muchísimas jugadoras. Al final dejamos muchos metros, los equipos son buenos y no es fácil controlar esas situaciones, pero con la exigencia que tenemos y apoyándonos en vídeo, las trabajamos bien.—¿Para una central afecta quién juegue de portera o el juego es el mismo? Por ejemplo, Nanclares es zurda y Cata Coll diestra…—Pasa igual que si me toca jugar con una lateral diferente. Al final tienes que conocer a tus compañeras, cada una tiene sus características. Es verdad que una selección no es como un equipo, en el que estás juntas toda la temporada, y tienes que estar más concentrada.—Está apercibida de sanción. ¿Eso cómo afecta? ¿Condiciona?—No estoy pensando en ello. Evidentemente tienes que tener esa experiencia para saber en qué situaciones tienes que dar algo más y en qué situaciones no, porque a nadie le gustaría, en el caso de pasar, perderse unas semifinales. Ahora es todo o nada. Es un partido en el que hay que darlo todo. Habrá que ser inteligente, actuar con experiencia y gestionar situaciones de partido.—¿Cómo es formar tándem con Irene Paredes en el eje de la zaga?—Nos entendemos muy bien. Aportamos cosas bastante diferentes y tenemos muy buen balance entre las dos. Es un placer jugar con ella.—Y una buena preparación para su nueva etapa en el Barcelona…—Sí. Volver a conectar con gente, no solo con Irene, que juega en el Barça es buena preparación. Es cierto, es un buen test.—En la Eurocopa del 2022 jugó como centrocampista. Entonces, las centrales eran Mapi y Paredes. Ahora se las vuelve a encontrar en el Barcelona. ¿Es de las que piensan que la competencia es buena para ser mejor?—Sin duda. Uno de los éxitos del Barça es que tienen jugadoras en todas las posiciones que pueden actuar en cualquier momento y se hacen mejores entre ellas.—Usted se forma en la cantera del Barça pero su caso recuerda al de Ona Batlle, Cesc, Piqué… ¿Hay que salir del Barça para que te valoren?—No lo sé. Los dos caminos son válidos, tanto si te quedas, esperas la oportunidad y la aprovechas, como si te marchas, ves experiencias nuevas, te vas a otra liga, ves otro estilo de juego… En mi caso tomé el camino de salir y me ha aportado muchísimo. Todo ha sido bastante positivo y he tenido la suerte de poder elegir. Mejor imposible, la verdad.—Cada vez que habla del Barça le brillan los ojos.—He sido siempre muy culé, desde pequeña. Poder juntar ese sentimiento, esa pasión por el fútbol con el club de tu vida… Aún no lo he experimentado, aún no me lo creo, pero seguramente será algo muy especial y bonito.—Ya estuvo a punto de ganar el Mundial sub-20 con Cata Coll, Ona Batlle, Aitana, Patri, Pina… Todas siguen en la selección y también están en el Barcelona…—Me siento afortunada de estar con ellas. Al final se está demostrando que es una gran generación. Llevamos tantos años jugando juntas que nos entendemos muy bien.—Está acostumbrada a tomar decisiones importantes. Se fue al City tras cinco años en el Atlético… ¿Cómo se afronta tan joven?—Soy un poco un culo inquieto. No sé cómo se afronta, pero al final sentía que en el Atlético de Madrid estaba en mi zona de confort, había asumido la capitanía, había ganado dos ligas, una Supercopa, un MVP en una Supercopa… varios acontecimientos que a mí me hacían estar un poco relajada. Sentía que necesitaba retos, mejorar mi versión, experimentar otras cosas… —Y allí coincidió con Pep Guardiola…—Es un tío muy cercano. Ha venido varios entrenamientos a vernos, hemos tenido una cena y gana muchísimo en la cercanía. Es increíble, estaba todo el rato riéndose, muy bromista. Cada vez que hablaba todo el mundo se callaba y escuchaba porque sabías que iba a decir algo con mucho sentido.—He visto fotos suyas con Haaland. ¿Compartían espacios de trabajo?—Ellos son cercanos. Las instalaciones están un poco separadas y no puedes interactuar, es más por la cercanía. A veces venían a verte entrenar o ibas tú. Era más esa dinámica que la interacción en las instalaciones.Noticia Relacionada estandar Si Nadie caza a España: Un ciclón ofensivo que no recibe faltas Sergi Font Esther, con molestias, se retira del entrenamiento a cuatro días de jugar ante Suiza—Un 2025 inolvidable: boda, firma con el Barcelona… La Eurocopa sería la guinda…—Sí, no le voy a mentir. Sería algo increíble. Perderse la luna de miel por ganar una Eurocopa lo firmo ahora mismo. Traiga una servilleta (risas).—Sinceramente, ¿vale la pena sacrificar la luna de miel por jugar la Eurocopa?—Siempre vale la pena defender a tu país, vestir esta camiseta…—¿Su marido piensa lo mismo?—Buena pregunta (risas). Sí. Sí le parece bien, sabe que hay mucho sacrificio en esto, que son muchos años trabajando para ello.—Estas cosas la gente no lo ve… El sacrificio de muchas cosas por el deporte de élite…—La gente no es consciente. Hay amigas mías que me preguntan: ‘¿vas a pedir los días que te pertenecen? (risas). Y no solo no puedes pedir días, sino que tienes que prepararte para la Eurocopa. Este sacrificio son cosas que solo nosotras sabemos, pero convivimos con ello.—Ahora que se ha casado me gustaría saber su opinión sobre la maternidad y la conciliación en el fútbol femenino. Cree que se ha avanzado?—Creo que se va avanzando cada vez más. Aún no estamos de lleno en ello, se puede mejorar más. En mi caso, si algún día quiero ser madre, es cierto que aún no tengo tantos ejemplos de futbolistas profesionales que hayan dado a luz y hayan vuelto a nivel profesional, que hayan podido tener ese soporte. Ahora se está abriendo mucho más el camino, estamos en la dirección correcta, pero queda por mejorar. Al final, para estar segura, para tomar una decisión en un futuro, si es que quiero, estaría bien tener ejemplos. Igual que tienes ídolos, tener ejemplos de profesionales que hayan sido madres y hayan vuelto a competir al máximo nivel. Cada vez habrá más.—Está el ejemplo de Marta Corredera y lo que sufrió en el Real Madrid. ¿Cree que hay reticencia o presiones de los clubes?—No podría contestarle a esa pregunta porque realmente no he tenido esa experiencia. He podido escuchar vivencias de otra persona, pero responderle a esa pregunta sería inventármelo o engañarle.—¿Ganar la Euro arrancaría la espinita de no haber podido disputar el Mundial o esas heridas no se curan nunca?—No lo llamaría arrancar una espina. Al final creo que es una situación totalmente diferente. No lo llamaría ni espina. Es una etapa de mi carrera deportiva que siempre va a estar ahí y de ello he extraído cosas positivas, no algo que me dañe. Al revés, eso se trabaja, te hace mejorar y verlo con otros ojos. Ganar la Eurocopa sería un logro total, no una espinita.—¿Qué locura sería capaz de hacer si gana la Eurocopa?—¿Una locura? Me tiraría en paracaídas.

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