Irene Villa confiesa a ABC que el atentado terrorista que sufrió en 1991, con apenas 12 años, no sólo le afectó a su cuerpo (como resultado de la explosión de una bomba perdió las dos piernas y tres dedos de la mano izquierda), sino que mentalmente marcó su vida para siempre . «Aunque desde pequeña las monjas del colegio me inculcaron la importancia del amor, de la solidaridad y de vivir hacia los demás, es verdad que tras el atentado y ver las increíbles muestras de cariño , apoyo y generosidad de la gente, me hizo creer más en ello. El amor de la gente me curó en aquellos duros momentos y, a día de hoy, me sigue curando. Y es que ‘manos que no dáis, ¿qué esperáis?’ . Por ello, no dejo pasar la oportunidad de apoyar todas las causas que puedo, sobre todo aquellas relacionadas con la discapacidad, los deportes inclusivos, la lucha contra el bullying…».Recientemente asistió al nuevo Club de la Fundación Juegaterapia donde ofreció una emotiva charla enfocada en la motivación, el esfuerzo y la resiliencia dirigida a un público muy especial: niños con cáncer que sufren secuelas físicas y emocionales, y a sus familias. «Quise estar con estos menores y adolescentes y con sus progenitores para contarles mi historia de superación porque siendo niña yo pasé de la muerte a la vida. He tenido que luchar mucho, pasar por muchas operaciones, infecciones, injertos, ingresos… Ha sido un largo perengrinaje, una montaña rusa de emociones. Y si a mí el amor y el calor de la gente me ha salvado, a ellos también».Irene Villa explicó a estos niños y familiares que la pregunta que suelen hacerse es «¿por qué nos pasa a nosotros?» , pero que la cuestión correcta es «¿para qué?» . Las almas evolucionamos cuando nos ponen pruebas muy duras. Quien lo tiene todo fácil gasta su energía en retener lo que posee, en lugar de expandirse hacia lo que realmente es. Demasiada comodidad adormece. Aplana el deseo de crecer».Noticias relacionadas estandar No Marian Rojas Estapé: «El ser humano no está diseñado para ser feliz, sino para sobrevivir» Laura Peraita estandar No Mario Alonso Puig: «Todos tenemos un potencial dormido que permite lograr lo imposible. No es que lo crea, lo he visto» Laura PeraitaTambién les dejó claro que la única derrota es el desaliento. «El miedo es normal, pero te debilita y quita fuerza interior, energía. Cuando se siente miedo hay que intentar que nos atraviese y salga para que no se instale en nuestras vidas. La peor parte de mi vida fue cuando sentí ese miedo que me robaba la confianza, la esperanza…».Por este motivo, invito a los niños a desplegar su potencialidad y a mirarse a ellos mismos, visualizándose limpios, curados, con mucha salud, como en sus sueños. «Además de la ayuda médica, la actitud del paciente tiene mucho que ver en su curación, la mente llega allí donde la ayuda médica no llega. A mí se sirvió imaginarme curada durante los cuatro años que luche contra una bacteria». Tras su discurso, Irene Villa reconoció a este periódico que se sintió satisfecha y con la misión cumplida porque los ojitos de aquellos niños que al principio estaban expectantes, se relajaron «y pude verles brillar. Les animé, sobre todo a los más mayores y adolescentes a que cuando se sintieran mejor, regresaran a ayudar a aquellos que estaban empezando sus tratamientos para apoyarles, animarles y hacerles ver que se puede salir de estas difíciles situaciones. Ayudar a los demás les hará sentirse más felices».familia_2022Jony Carretero , un adolescente de 19 años, con Sarcoma de Ewin, aseguró que «la charla de Irene ha sido realmente inspiradora porque ha transmitido una gran positividad y optimismo a pesar de las dificultades que ha tenido que superar. Personalmente, como superviviente de cáncer, estoy de acuerdo con ella y con su consejo: hay que seguir siempre hacia adelante y sonreír mucho».Irene Villa también tuvo palabras para los padres de estos pequeños pacientes «porque son los que tienen que sacar energía de donde no la hay para tirar del carro y dar fuerza emocional a sus hijos. No deben amilanar , tienen que ser positivos y contagiar el optimismo a sus hijos».MÁS INFORMACIÓN noticia Si «El verano es para descansar, no se trata de tener a los niños ocupados todo el rato» noticia No «Hay medidas administrativas y empresariales para que el precio no impida a los niños ir de campamento» noticia No La tierna historia de Agustín (50 años); si se porta bien tiene permiso para visitar a su madreTras la charla en el Club de la Fundación Juegaterapia, Ana, mamá de Carla (paciente de osteosarcoma en el fémur) , aseguró que «el rato que nos ha regalado Irene ha sido mucho más de lo que ella puede imaginar. Mi hija Carla se está ahora enfrentando al miedo de lanzarse a la vida con sus secuelas. Hasta ahora vivía en alerta campeando la quimio y sus efectos para sobrevivir… pero actualmente, a sus 13 años, se ve con limitaciones, con secuelas emocionales y físicas…, y tiene miedo. Al ver este ejemplo increíble de Irene, ha podido comprobar que no pasa nada, que, como bien decía en su discurso ‘ la vida nos ha dado unas cartas y son con las que tenemos que jugar y la vida será maravillosa si la vivimos como la maravilla que es’. Estoy segura de que hoy Carla ve su futuro de otro color».

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