Inglaterra es la madre del atletismo moderno. Lo vio nacer, lo acoge, lo cuida, lo mima. El Estadio Olímpico de Londres se llena con 60.000 almas para vibrar con sus atletas, para disfrutar con los récords, para mostrar su sabiduría, su cultura atlética. Un cielo muy londinense, plomizo, gris ceniza, recibió a los atletas sin descargar demasiada lluvia y tuvo la elegancia británica de dar paso al sol en los momentos finales. Pista mojada, pero sin charcos. 19 grados. Condiciones ideales para el deporte rey.En los 100 metros se esperaba con interés el retorno a la distancia de Noah Lyles, el campeón olímpico y uno de los grandes reclamos publicitarios del atletismo en estos tiempos por su carisma, por sus ganas de dar espectáculo y por su calidad. Pero la carrera tuvo un dominador muy diferente, un dueño absoluto. La guerra Estados Unidos-Jamaica sigue abierta en el mundo de los velocistas.Jamaica sigue generando talento sin parar porque la semilla de Usain Bolt no dejará de germinar nunca. Oblique Séville, un velocista de 24 años que se entrena a las órdenes de Glen Mills, el hombre que preparaba a Bolt, dominó ayer con facilidad insultante el hectómetro. Seville se aprovechó de la floja arrancada de Lyles y puso en marcha una aceleración espectacular hasta cruzar la meta en 9.86, un crono especialmente valioso si se tiene en cuenta que Londres se encuentra a altitud cero. Los velocistas no son amigos de correr a nivel del mar.Noticia Relacionada Atletismo estandar Si Chepngetich y el récord salvaje que nadie le podrá quitar pese a su positivo por hidroclorotiazida Laura Marta La sustancia que tiene a la plusmarquista keniana suspendida provisionalmente por dopaje es un diurético que se utiliza para la eliminación de líquidos y que pueden llegar a enmascarar otras sustancias prohibidas en la orinaNoah Lyles , que apareció ayer con un uniforme azul, muy diferente al de sus compañeros de Adidas, que visten este año de rojo llamativo, no dio nunca la sensación de poder ganar y cruzó la meta en 10.00. Tiene aún dos meses para afinar su estado de forma, pero el dúo Kishane Thompson-Oblique Seville muestra una solidez enorme y anuncia un 4×100 brutal para Jamaica en los Mundiales de Tokio.La competición estuvo repleta de momentos brillantes como la victoria de Femke Bol en vallas. Partió por la calle 6. Dominó la prueba a su antojo y detuvo el crono en 52.10, uno de los mejores registros del año.En el círculo de lanzamientos, la lluvia no pareció afectar a los discóbolos. El lituano Alekna dominó la prueba de disco desde su primer intento (66,97 metros) y la sentenció en el cuarto tiro con 71,70. El oro de Tokio debe ser suyo.El escocés Josh Kerr, actual campeón mundial, aspiraba a ganar los 1.500 metros y darse un baño de masas tras la ausencia de última hora del favorito Ingebrigtsen. Apareció sin embargo el keniano Phanuel Koech, que con sólo 18 años se está convirtiendo en la joya de la distancia este verano. Aguantó muy bien en la recta final la embestida de Kerr.Attaoui, en la cima del mundoEstuvo más valiente que nunca. Moha Attaoui, uno de los valores más sólidos del atletismo español este año, corrió en Londres con cabeza, valentía y determinación. Salió tranquilo, cruzó los 400 metros en 50.6 en quinta posición, dando una imagen de control y comodidad que anunciaba una buena segunda vuelta. Así fue. El mediofondista de Torrelavega fue adelantando rivales y se plantó en la segunda posición, codo con codo con el keniano Wanyonyi a falta de sólo 200 metros. Luchó mucho en la curva y llegó más justo a la recta final. Su crono, 1:43.01, se suma a una larga lista de registros de calidad. Muestra una espectacular consistencia este verano.

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