La Guardia Civil ha puesto el foco en las dos horas y media en las que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) dejó de informar por correo electrónico al Gobierno y a la Generalitat Valenciana sobre el caudal del barranco del Poyo el pasado 29 de octubre, día de la catastrófica dana en la provincia de Valencia.Se trata del periodo que pasó entre el último aviso de las 16.13h, en el que se advertía un descenso del caudal -que, sin embargo, empezó a crecer de nuevo pocos minutos después- y el mensaje de las 18.43h, cuando la rambla ya causaba estragos a su paso por los municipios de la zona cero.«Destaca sobremanera la inexistencia de avisos como consecuencia del ascenso exponencial desde las 16.15 horas, momento que se rebasa el umbral 1, las 17 horas en que se rebasa el umbral 2 y las 17.25 horas en que se rebasa el umbral 3. Sin embargo, hasta las 18.43 horas no se realiza comunicación alguna del ascenso de caudal con un dato sin duda extraordinario como fueron los 1.686,8 metros cúbicos por segundo de caudal circundante». El dispositivo de medición dejó de funcionar a las 18.55h, cuando se registraban 2.283.Así se expresa el instituto armado en un extenso informe solicitado por la juez que instruye la causa penal sobre la gestión de la barrancada. El documento, al que ha tenido acceso ABC, hace un amplio análisis cronológico de todo lo que ocurrió en las distintas cuentas aquella trágica jornada y reconstruye los desbordamientos que causaron 228 muertos y daños materiales multimillonarios a través de las llamadas de los afectados al 112.Como viene informando este periódico, Emergencias de la Generalitat tenía acceso a los datos actualizados cada cinco minutos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación, que también estaban disponibles en su web. Sin embargo, el organismo estatal -dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica- dejó de remitir esas comunicaciones directas, que necesitan ser validadas de forma manual .De las testificales que la magistrada ha practicado a técnicos del 112 se extrae que el correo de las 18.43h, que advertía del desastre en el Poyo, llegó al Centro de Coordinación de Emergencias de l’Eliana, pero nadie supo interpretar el peligro que representaban esos niveles de agua. Tampoco se trasladó a la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), el órgano que dirigía la crisis. El presidente de la CHJ, Miguel Polo, participaba de forma telemática en ese encuentro, centrado en el riesgo de colapso de la presa de Forata.Noticias relacionadas estandar Si Emergencias de la Generalitat disponía el día de la dana de 14 técnicos formados para enviar la alerta que llegó tarde Toni Jiménez estandar Si El 112 no respondió cuatro de cada diez llamadas registradas el día de la dana en Valencia Toni Jiménez«Cabría preguntar en este caso a los responsables de la CHJ cuál fue el motivo por el que no se llevaron a cabo los avisos de superación de los umbrales preceptivos por parte de las personas que tenían encomendadas esas funciones durante la tarde del 29 de octubre, y que sin duda denotaron una aparente ausencia de control sobre el dispositivo de registro en la rambla del Poyo justo en el peor de los momentos», asevera el informe.Los agentes critican que el mensaje de las 18.43 horas «se utiliza para emitir en un solo correo las superaciones de los umbrales. 1º, 2º y 3º, así como el conocimiento de que la ‘crecida está siendo muy rápida’, información esta que sin duda podría haber sido mucho más valiosa en el momento de producirse las tres superaciones de los umbrales, que en el momento que se transmitió».El documento pone de relieve que, si bien no era la única información que tenía Emergencias para gestionar la catástrofe, «si se entiende que al menos en este episodio de inundaciones y dada las extraordinarias precipitaciones que se estaban registrando, era fundamental que esa información se transmitiera en tiempo para conocer la situación real de los volúmenes de agua que circulaban por los cauces».Recuerda, además, que aguas abajo del sensor del Poyo y, por tanto, no registrados por éste, confluyen en el casco urbano de Torrent otros barrancos -el de la Horteta o el de Gallego, por ejemplo- que aportaron un volumen muy importante al que ya circulaba por la rambla, lo que provocó el desastre en las localidades que se sitúan a continuación en el curso del cauce.Falta de predicciónEl documento pone de relieve que, si bien no era la única información que tenía Emergencias para gestionar la catástrofe, «si se entiende que al menos en este episodio de inundaciones y dada las extraordinarias precipitaciones que se estaban registrando, era fundamental que esa información se transmitiera en tiempo para conocer la situación real de los volúmenes de agua que circulaban por los cauces».Respecto a la Aemet, la Guardia Civil recuerda que dicho organismo, dependiente del citado ministerio, tenía la función de ofrecer «información en tiempo real», lo que pone en duda. «Se desconoce si por algún medio pudo facilitarse en tiempo real al Centro de Coordinación de Emergencias los datos exactos de precipitaciones que estaban recogiendo, ya que estas comunicaciones y datos no vienen recogidas en la documentación trasladada al juzgado por esa agencia», reza el texto.Llama especialmente la atención de los agentes que todos los boletines de aviso de nivel rojo, es decir, de los momentos más críticos, «se comunicaron con posterioridad al momento del comienzo previsto» y en algunos casos incluso cuando ese momento crítico estaba finalizando ya. Apuntan asimismo a que, mientras «entre las 6.36 y las 9.41 horas se emiten un total de seis boletines predictivos, algunos de ellos con tan sólo varios minutos de diferencia», entre esta última hora y las 16.24, casi siete horas más tarde, no se generó boletín alguno.

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