El 8 de diciembre de 1988, el Consejo de Ministros aprobaba definitivamente el que sería el futuro AVE entre Madrid y Sevilla . En poco más de tres años, en abril de 1992, se inauguraba ese trayecto, con la Expo como telón de fondo. Con voluntad política y con la clara decisión de llegar a la fecha prevista, se logró en tiempo récord, sin la experiencia ni los medios con los que se cuenta en la actualidad. En las mismas fechas, se aprobaba también l a puesta en marcha de la línea entre Madrid y Barcelona . Ambas abrieron el camino de la alta velocidad en España. Paradójicamente, ya entonces, se hablaba de la línea Madrid-Lisboa , pasando por Badajoz , como la siguiente en orden de preferencia. Han pasado casi 37 años y ese trayecto ni está en marcha ni nadie sabe, con exactitud, cuando podrá estarlo.Entre tanto, la alta velocidad ha seguido dando pasos en España. En casi todo el territorio. Con groseras excepciones, en las que Extremadura siempre quedaba en segundo o tercer plano. El tren extremeño se ha convertido, durante décadas, en meme y bandera, a partes iguales. Es la broma recurrente cuando propios y extraños hablan de la región, pero también, seguramente, el mejor símbolo de protesta de una tierra que lleva mucho tiempo denunciando el abandono y las pisoteadas promesas del ejecutivo central que acabaron siempre en saco roto. En este caso, prácticamente sin excepciones.Noticia Relacionada estandar Si Renfe pierde más cuota de mercado por la continuidad de la guerra de precios, que eleva un 22% los pasajeros en 2024 Antonio Ramírez Cerezo Los billetes en la alta velocidad solo logran subir en el Madrid-Barcelona y se desploman un 20% en las líneas a AndalucíaEn el año 2002, el entonces presidente, José María Aznar, aprovechaba un acto en Zafra para prometer un tren de alta velocidad que conectara Badajoz, Mérida y Cáceres . «Lo habrá y se hará», decía. Es el primero en abrir la hemeroteca. El primero de muchos. Su más inmediato sucesor, José Luis Rodríguez Zapatero , ya en 2004, promete que el AVE será una realidad en Extremadura en seis años. Esa es una de las primeras grandes fechas: 2010. Lo creyó hasta el siempre beligerante Rodríguez Ibarra , que llegó a sacar pecho en varias ocasiones: «El AVE ya no hay quien nos lo quite, no hay ministro, ni ministra, ni nadie que lo quite». Por si había dudas, la exministra María Teresa Fernández de la Vega , en 2007, a tres años vista de la gran fecha, recalcó que Extremadura tendría AVE en 2010. En aquellos años de gobierno socialista, fue tal la capacidad de golpear, a la vez, bombo y platillo, que otro exministro, como José Blanco se atrevió a subir la apuesta, asegurando que Badajoz sería el epicentro de una gran revolución con la construcción de la primera estación internacional de alta velocidad.Conscientes de lo que significa unir tren y Extremadura en la misma frase, todo buen candidato a la presidencia, cuando tenía la oportunidad de pasarse por la región, prometía que él sería el encargado de traer el AVE. Lo hizo Rajoy , siendo candidato y también presidente. Su gobierno, de hecho, también dejó grandes fechas -y ministros- por el camino. Ana Pastor prometió que estaría listo en 2015. José Manuel Soria amplió el abanico entre 2015 y 2020. E Íñigo De la Serna, con poco margen de maniobra, habló de 2019. Cambia el gobierno y llega Sánchez, que, como buen candidato, también había prometido que él traería el AVE a Extremadura. Su siempre confiable José Luis Ábalos , como ministro de Fomento, recoge el guante de De la Serna y fija la fecha en 2019. Otra fecha sobradamente incumplida.La espera interminable 1988 El primer anuncio El Gobierno aprueba las líneas Madrid-Sevilla y Madrid-Barcelona. En los informativos de la época ya se habla de la línea Madrid-Lisboa, pasando por Badajoz, como la siguiente en orden de preferencia. 2004 Zapatero lo aplazó a 2010 Después de que Aznar hubiese prometido un tren de alta velocidad entre Badajoz, Mérida y Cáceres, el gobierno de Zapatero le pone fecha e insiste en que el AVE será una realidad para Extremadura en 2010. 2013 Rajoy apuntó a 2020 Rajoy, que había prometido como candidato traer el AVE a Extremadura, amplía los plazos. La entonces ministra de Fomento, Ana Pastor fija una nueva fecha: 2015. Su sucesor, José Manuel Soria, lo aplaza a 2020. 2022 El AVE sin el AVE Sánchez aseguró que el AVE estaría listo para el verano de 2022 y llegó a organizar un pomposo acto inaugural del AVE, pero sin el AVE, que todavía hoy sigue por definir más de un tercio de su trayecto.Seguramente, ni los más pesimistas de la región, acostumbrados ya a visualizar brindis al Sol, podrían imaginar que el plato fuerte, que el gran acto de esta serie de catastróficas desdichas que rodean al tren extremeño, estaba todavía por llegar. Sánchez, envalentonado, promete a finales de 2021, que el AVE estará en funcionamiento en Extremadura antes del verano de 2022. El entonces presidente extremeño, Fernández Vara, también defendió durante meses esa fecha. En este caso, a sabiendas de que incumplir otra promesa más podría ser definitivo en las urnas, Sánchez montó la inauguración del AVE en Extremadura. «Adjunto se remite invitación para el acto de inauguración de l AVE Extremadura , que tendrá lugar el próximo 18 de julio », rezaba la invitación oficial. La inauguración del AVE, pero sin AVE. Fue tal el aluvión de críticas, que horas más tarde, la invitación oficial a las autoridades cambió su texto a «inauguración de la primera fase de la línea de alta velocidad». Sánchez siguió adelante con un pomposo acto que no hizo sino reabrir la herida de los extremeños con el tren, algo que seguramente notó, meses después, en las urnas, el barón Fernández Vara, que, pese a ganar, acabó perdiendo la presidencia de la Junta de Extremadura.La esperanza del mundial 2030El anuncio del Mundial 2030 trajo para Extremadura cierta esperanza. Se habla en todo momento de la conexión Madrid-Lisboa, que sería clave para el buen desarrollo de la cita mundialista. Los expertos, sin embargo, dudan que se llegue en tiempo y forma. Antonio García Salas, coordinador de la plataforma Sudoeste Ibérico en Red , es muy contundente: «Es imposible que alguien pueda afirmar en qué fecha estará, falta lo básico que es la Declaración de Impacto Ambiental». De hecho, cree que las fechas pueden irse «más allá de 2030», en vistas del enquistamiento de esa DIA en el tramo de Toledo, que lleva esperándose más de siete años.En estos momentos, más de un tercio de ese trayecto que conectaría ambas capitales, está «por definir», como denunciaba recientemente la Junta de Extremadura, que lo considera «inadmisible» y «un verdadero peligro» para la finalización de las obras. Esto, en el tramo español. También está por ver el trayecto internacional que va de Badajoz a Elvas y la estación internacional en la frontera de Caya .En palabras de García Salas, se equivoca quien piensa en este trayecto como el del «tren de los extremeños». Es una cuestión nacional e internacional, que va más allá incluso del abandono ferroviario que ha sufrido la región. La alta demanda de vuelos entre Madrid y Lisboa y el aumento de la densidad de tráfico en la A5 demuestran, dice, la «necesidad» de que el AVE conecte ambas capitales. Sobre todo, insiste, porque hacer este tramo en tren en la actualidad supone, nada más y nada menos, que nueve horas y un par de transbordos.Con todo, tras décadas de promesas incumplidas, cinco presidentes e innumerables ministros, Extremadura sigue en 1988. Es el día de la marmota. Desde entonces, los extremeños no han dejado de ver en la televisión, escuchar en la radio y leer en la prensa, que, la próxima, les toca. Como el hermano pequeño que espera que el mayor le deje jugar a la consola. La próxima. Y así, hasta el día de hoy.

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