El argentino, leyenda del pádel mundial y 16 años número uno del mundo, repasa en esta entrevista exclusiva con ABC los momentos clave de su carrera, desde el año 2014 hasta el año 2025, con motivo de la publicación de su segundo libro: «Bela: la historia continúa».- Tras trece años como número uno junto a Juan Martín Díaz, decidió poner fin a aquella etapa y comenzar una nueva con Pablo Lima. ¿Por qué tomó esa decisión y qué vio en él para considerarlo el mejor compañero posible en aquel momento?— Siempre intenté anticiparme hasta el último día, intentando ver hacia dónde iba nuestro deporte. Lo que siempre dije y tengo muy claro en el deporte de alta competencia, si no te vas adaptando hacia donde va el deporte , te saca muy rápido, entonces yo siempre intenté ir por delante de eso. Cuando jugué con Juan Martín después de 13 años, yo ya había empezado a notar que había muchísima transición, cada vez más. Con Juan que era un jugador muy posicional en la red, y yo en el fondo, vi que a medida que iba evolucionando el deporte la tendencia era no tener un jugador muy bueno en la red y en el fondo que baje un poco si no que teníamos que ser cada vez más completos, yo vi que el deporte iba hacia un juego cada vez más completo en todas las facetas del juego. Sentí que si alargábamos más la pareja, podíamos dejar de ser número uno. Y yo digo a partir del 2015, me tengo que buscar un compañero que me ayude un poquito hacia dónde iba el deporte. Pablo era un jugador súper completo, era zurdo, joven, con buena defensa a través del globo parecido a mí, con un contragolpe muy bueno y agresivo en la red. Fue la decisión, en el libro creo que lo dejo claro, más difícil pero más inteligente de mi carrera porque eso me permitió después continuar con Pablo tres años y medio más como número uno. Cuando consigues, en este caso con Pablo, porque con Juan ya lo habíamos conseguido, que las finales en esa época nos la pongan a cinco sets porque las finales eran muy aburridas, lo que nos pasó fue que en 2015 y 2016 perdimos un solo partido por año. Era una locura, iba contra el negocio del circuito, entonces nos llegan en septiembre de 2016, cuando llevábamos año y medio como número uno, y nos dicen: «El año que viene les vamos a poner una pelota muchísimo más rápida»- Fue la Head Pro S, ¿no?- Eso es. Sí, que volaba. Mira que nosotros habíamos jugado con pelotas rápidas, pero desde el circuito querían poner esa pelota más rápida porque la pareja que nos perseguía tenía un smash muy bueno como era Paquito y Sanyo que hacían que la pelota suba mucho y 2017 para nosotros estuvo bueno porque fue un desafío decir, «Bueno, vamos a ser número uno también con la pelota rápida.» Yo creo que que con Pablo hasta el momento de mi lesión del codo grave en agosto del 2018 fueron 3 años y medio de número uno que mantuvimos un nivel de juego muy bueno para mí.- Y a pesar de las lesiones, porque en el primer torneo juntos Pablo Lima sufre una lesión y eso le lleva a jugar con Willy Lahoz, que entonces tenía 43 años. Me gustaría que nos contara un poco cómo vivió ese momento y también que compartiera la anécdota del Espidifen, que resulta muy graciosa.- (Risas) con Willy, claro, hacemos el cambio de pareja con Pablo, en nuesto pequeño mundo del pádel era el el ruido de ver si termina primero Juani Mieres con Juan Martín o Bela con Pablo Lima. Hicimos una pretemporada con Pablo increíble. Analizamos todos los rivales, todo perfecto, cómo le íbamos a jugar a cada uno y en el primer torneo del Polo, Pablo se rompe el hombro y terminamos en el hospital ese sábado por la noche. No sabíamos si en dos meses y medio estaba de vuelta o si lo metían a quirófano y se perdía todo el año. Y claro, hasta la vuelta de Pablo tuve la suerte que en esos dos meses solo había dos torneos, San Fernando y Las Palmas de Gran Canaria. Y claro, al ser el primer torneo y vos que estás en el mundo del pádel…Lesión de Pablo Lima en el primer torneo juntos- Nadie quería cambiar . – Claro, los de arriba están todos superenamorados y empecé a bajar, a bajar, a bajar y tenía la posibilidad o de Gerard Company, que lo conocía de aquí de Barcelona, o de Willy. Y yo sabía con Gerard podíamos hacer cuartos, pero para ganarle a las de arriba iba a ser más difícil. Y claro, Willy ya había dejado de jugar. Willy estaba fuera del pádel y yo lo llamé y le digo: «Mira, vamos a jugar juntos dos campeonatos y no sé si Pablo vuelve o no, pero los próximos dos.» Y me dice: «Bela, pero yo ya no juego más.» Y le digo: «Bueno, ponte a jugar». Se vino a entrenar a Barcelona y después del tercer entrenamiento, que estábamos entrenando con Marcela Ferrari, lo llamo a Michael que estaba en Madrid, que se sentaba con nosotros y le digo: «Ojo que si consigo que Willy juegue en sus 2 metros y medio, porque ya estaba, viste, fusilado, ojo que podemos hacer algo.» Y va, ganamos el primer torneo y ganamos el segundo. En el momento ese yo no lo valoraba porque estaba con la cabeza en seguir mejorando todo el rato, pero ahora que llevo 7 meses sin competir, cuando lo hablo o cuando echo un poco la vista atrás, digo estuvo bueno eso. Su victoria con Willy Lahoz – ¿Cómo ha sido capaz de sacar siempre lo mejor de cada compañero? Porque lo cierto es que ha potenciado el juego de Tapia, Coello o Yanguas, entre otros. Da la sensación de que hoy muchos entienden el pádel como un deporte individual dentro de una pareja, y sin embargo usted siempre ha sabido adaptarse al jugador que tenía al lado.- Antes de comentar eso, te cuento la anécdota del Espidifen que me decías antes. Fuimos a jugar a Cádiz, a San Fernando. Ganamos el primer partido con Willy y yo estaba en la habitación con él y a la noche se preparaba un sobrecito, lo batía y se lo tomaba. Ganamos el segundo partido a la noche y claro, ya estábamos en cuartos. Ganamos cuartos de final y el viernes a la noche otra vez…. y yo digo: «A ver si está tomando.» Le digo: «Willy, perdona que te moleste pero, ¿qué es eso que te estás metiendo en el vaso cada noche?» Se lo pregunté y me dice: «No, Bela esto es Espidifen es algo que me recomendó mi esposa, porque si no me tomo un sobre cada noche, mañana no me puedo levantar de la cama.» – Normal, normal…- (Risas) Me empecé a reír porque claro un Espidifen tomaba a la noche, ¿viste? Y fue buenísimo. Y con respecto a la otra, para mí y lo he escuchado mucho últimamente, ¿no? Y tú lo dijiste muy claro, la gente dice: «El pádel es un deporte individual que se juega de pareja.» No, no. Lo que es individual es el ranking por si se lesiona tu compañero que vos puedas ir a jugar con otro. Pero el pádel es un deporte de pareja y yo siempre hasta el último partido con Tino en Milán, siempre puse por encima el rendimiento de la pareja que mi propio ego. Adaptación a cada compañero Siempre, siempre intenté ver cuál era mi función dentro de cada pareja con cada compañero, con diferentes estilo de juegos, con diferentes personalidades, para sacar lo mejor de Tino Libaak, de Tapia, de Arturo, de Yanguas o de Willy. Incluso cuando jugué con Pablo o con Juan, yo siempre quise ver cuál era la función que yo tenía que hacer adentro de la pareja para que la pareja rinda al máximo posible. Dejaba el ego de lado siempre y lo sigo haciendo en todas las cosas que me toca hacer, tanto en Wilson Bela como en Bela Padel Center. ¿Por qué? Porque cuando jugaba con Juan Martín, yo tenía que hacer una función, cuando jugaba con Pablo tenía que hacer otra función. Y yo tenía muy claro que por el estilo de juego de Juan Martín, el que le iban a hacer más entrevistas, el que iba a salir más en la foto, el que iban a escribir más cosas era sobre él, por su estilo de juego, pero no pasaba nada porque yo tenía muy claro cuál era mi función dentro de esa pareja. Yo lo que quería era ganar. Hay muchas veces que dicen: «No, este deportista se cansó, ya no gana más porque se cansó de ganar». Mentira. El que te dice eso es porque no ganó nunca a nada. Cuando ganas, quieres volver a ganar siempre. Y yo estaba dispuesto a hacer el esfuerzo que fuera posible y dejar mi ego de lado para que la pareja rinda al máximo posible. Con Juan me tocaba hacer una función. Él era el que destacaba más sobre mí por su estilo de juego y no pasaba nada. Ganábamos los dos. Con Pablo Lima tuve que hacer otra función. Con Willy tuve que hacer otra función y era muy vistosa la función que yo tenía que hacer. Entonces, yo me ponía en ver y analizar siempre cuál era lo mejor o qué era lo que yo tenía que hacer para que el rendimiento de la pareja sea el mejor posible.- Eso que me comentaba me parece realmente admirable: su capacidad para mantenerse trece años como número uno y, después, formar con Pablo Lima una pareja prácticamente imbatible. En el libro relata cómo siempre dio el 100 %, tanto en lo físico como en lo competitivo. ¿Cree que ese nivel de compromiso es algo que hoy cuesta más ver en los jugadores jóvenes?- Yo estuve durante 30 años como jugador profesional. Tuve la suerte de ser número uno del mundo durante 16 años, pero tuve la sensación de perder, tuve la sensación de lesionarme, tuve la sensación de ganar, tuve la sensación de ser número uno, pero la mejor sensación de toda y en la cual hoy siento un alivio y me hace muy bien, es la sensación de haber entrenado cada día como si fuera el último Ignacio. De decir: «Mira, fui número uno 16 años como si hubiera sido el número 40 durante 30 años.» La sensación que tengo hoy es de tranquilidad de poder mirar a mis papás, a mi hermana, a mi esposa, a mis hijos, a los ojos de decir: «Mira, más de lo que di, no pude dar.» Yo ahora puedo estar hablando contigo y te puedo estar contando cualquier milonga y me puedo hacer el Superman, pero cuando yo llegue a la noche, me acueste, cierre los ojos y esté solo, dormiré tranquilo, al que no puedo engañar nunca es a mí mismo. Y te puedo asegurar que duermo tan tranquilo, tan tranquilo, que la sensación esa es mucho mejor que la de haber sido número uno durante 16 años. Te lo puedo asegurar. Fernando Belasteguín posando en la pista del Bela Padel Center de Barcelona inés baucellsLa sensación de entrenar cada día como si fuese el último- A mí en agosto del 2018 cuando se me corta el tendón del epicóndilo, el médico me dice: «Mira, no te puedo operar porque es el final». Y lo trabajé mañana, tarde y noche, hasta 4 días antes del Master Final no había jugado con pelota real. Había jugado con pelota de goma espuma, con pelota de plástico, peloteando contra el vidrio…- La de los pequeños vamos…- Sí, exacto. Pero antes de la de los pequeños con la de Decathlon. La de Goma Espuma. Así, pin, pin… una horita contra el vidrio y cada noche me jugaba un par de juegos a nivel mental, hacía cuatro juegos contra la pareja uno, al otro día cuatro juegos con la pareja dos y llego al master final y digo: «Bueno, pruebo.» Ahí Pablo tuvo un gesto muy lindo porque me dice: «Bela, yo yo te espero y juego el máster contigo». Como habíamos hecho buenos puntos hasta agosto del 2018, llego y yo no sabía si podía jugar un un juego, un set… Ganamos el primer partido a Mieres – Lamperti. Le ganamos la semifinal a Juan Martín y a Juan Lebrón y le ganamos la final a Sanyo y Maxi, que era la pareja número uno de ese año. Por eso hay muchas cosas que cuando estaba en el medio de mi carrera no me daba cuenta. Yo las iba haciendo y me recuperaba el codo y entrenaba. Pero ahora que llevo 7 meses sin competir y hecho la vista un poco atrás y digo: «Uy, hay cosas, hay cosas lindas.» La etapa de compañero con Agustín Tapia- De ahí nace la frase ‘Un Belasteguín nunca se rinde’, que creo que resume muy bien toda su carrera. Y quería llevarle a 2019: pone fin a su etapa con Lima y escoge como compañero a un joven que entonces ocupaba el puesto 44 del ranking. ¿Quién era ese chico y por qué apostó por él?«- Ahí me pasó un poquito lo contrario que con Willy. Willy estaba número 50 del ranking, pero ya estaba al final de su carrera. Agus había empezado jugando ese año con Juan Martín. Juan se había lesionado y yo ya tenía 40 años, tenía que buscar algo que me ilusionase, porque yo tenía claro que motivado y con ilusión todavía seguía teniendo pádel dentro de mí. Y en ese momento cuando me separo con Pablo Lima, estábamos de pareja tres. Bueno, y tú que has competido, tienes muy claro lo que es pasar de pareja 3 a pareja 12 que te puedes enfrentar en el primer partido con la pareja uno. Yo venía de una lesión muy gorda en Buenos Aires y había estado dos meses y medio fuera. Vamos a jugar a Mijas el primer torneo y me dice el médico: «Bela, juega tranquilo». Cuando en septiembre, ya estaba bien el segundo torneo que jugamos con Agus, arrancamos de pareja 12 y terminamos ganando el torneo, lo que nos mete en un torneo entre las primeras ocho. Pasamos creo que a pareja seis, si no recuerdo mal ganándole a todos. Y terminamos desde septiembre del 2019 con Agus hasta diciembre del 2020 ganando el Master Final, porque el 2019 perdemos la final del Master Final en Barcelona contra Galán y Lima y ganamos la final del 2020 con Lebrón Galán. Terminamos como pareja dos con Agustín, arrancamos pareja 12 y terminamos como número dos. Pero bueno, igualmente que me pasó lo mismo con Arturo y con Yanguas cuando nos tocó jugar juntos. Tanto con Agustín, desde septiembre del 2019 a diciembre del 2020, como con Arturo, de septiembre del 2021 a diciembre del 2022 terminamos pareja número dos. Yo soy un agradecido a ellos porque siendo jóvenes tenían posibilidades de elegir a otros que jueguen mejor que yo, pero me eligieron a mí a mí me llevaron a terminar en posiciones muy muy altas del ranking. Yo terminé de pareja número dos.- También les llevó usted.- Sí, bueno, pero yo creo que ahí Ignacio, veo que para mí el deporte profesional se mide por el nivel que tienes, no por la edad. Y yo venía en mi bajada, si es verdad que por lo profesional y por lo que me he cuidado siempre intenté que esa bajada sea lo menos inclinada posible y ellos iban hacia arriba. Entonces, yo creo que tuve suerte de tenerlos y soy un agradecido de que me dieron la posibilidad de ganar torneos hasta una edad muy alta. Yo creo que ellos al estar al lado mío entendieron un poquito más lo que es la profesión, ser un profesional 100%. Coello y Tapia, los únicos que juegan con el compañero que quieren- No creo que sea casualidad que hoy Coello y Tapia sean número uno. Ambos pasaron por su lado y, en mi opinión, han aprendido a entender el pádel como un deporte de equipo. Llevan ya varios años juntos y siempre se les ve con buena dinámica, sin gestos negativos: Arturo anima constantemente a Agustín y viceversa. ¿Cómo los ve usted actualmente, ahora que Galán y Chingotto les están pisando los talones?- Mira, Ignacio y esto lo vas a entender superfácil. Para mí hoy, más allá de que Arturo y Agustín juegan muy bien los dos, son la única pareja de todo el circuito que están jugando con el compañero que quieren jugar, los únicos. De la pareja dos hacia atrás, todos juegan con el mejor compañero posible que pueden encontrar, pero no sé si están jugando con el compañero que quieren. Pregúntale a Galán si no prefiere jugar con Arturo que con Chingotto. Pregúntale a Juan Lebrón o a Stupa si no quieren jugar con otro compañero. O a Yanguas, Coki o a Paquito. Para mí los únicos que están jugando con el compañero que quieren jugar es la pareja número uno. – Puede ser, sería una buena pregunta.- Y eso es una gran ventaja porque sabes que durante el partido hay momentos de tensión, hay momentos de calentura, hay momentos difíciles y eso es un plus que para mí es una es una gran ventaja que tienen ellos. Campeón del mundo en 2022 con Argentina -En el libro hace referencia a la final del Mundial de 2022. Me gustaría que nos contara cómo vivió aquel partido y lo especial que es para usted representar a Argentina y jugar con la selección.«- Yo creo que la sensación esa de defender a tu país, los que la hemos tenido van a entender muy bien de lo que estoy hablando. Es única. No hay nada que se compare. Yo ya en 2021 cuando perdemos la final contra España, que pierdo con Martín Di Nenno en el tercer set contra Paquito y Juan Lebrón, ganando bien el tercer set, yo ya cuando iba en el autobús pensaba que iba a ser mi último mundial, tenía 42 años. Y cuando viene el Mundial del 2022, yo estaba en un nivel muy bueno jugando con Arturo, pero claro, jugando con Arturo, que cubría menos pista, cuando me convocan y vamos a jugar me ponen en el punto tres, yo pensé que íbamos a ganar 2-0 porque a Agustín y a Chingotto les tenía una fe muy grande y lo que tenía muy claro era que Franco con Martín en ese año no perdían contra nadie.- Ganaron a Galán y a Coello. – Sí, aparte muy bien. Y cuando vi que perdieron Agus y Chingo, pensé, me va a tocar jugar el tercer punto. Y la verdad que fue impresionante. Tener mi último mundial en Argentina con la selección habiendo ganado el último punto. Es un recuerdo único.- El último punto y 6- 4 en el tercero, que siempre es especial ganar en el tercer set. – Sí. Y con 43 años y medio. -Efectivamente, me parece una auténtica barbaridad. Retrocediendo un poco, quería destacar que ha sido capaz de jugar a un nivel excelente en ambos lados de la pista. Por ejemplo, con Tapia comenzó jugando en el lado derecho y luego volvió al revés. Para finalizar, ¿qué consejo le daría a un jugador amateur que dice ‘yo solo juego en el revés’? ¿Es importante jugar en ambos lados para comprender mejor el pádel?- Bueno, sí, no solamente para comprenderlo mejor, sino también para lo que te decía antes, yo me adaptaba a lo que consideraba que la pareja sea lo mejor posible y si después de haber sido número uno del mundo 16 años, arranco a jugar con Agustín Tapia, un chico que estaba 44 del ranking, y me tengo que poner al drive, si considerábamos que para que la pareja rinda mejor era que yo juegue al drive. Yo me iba al Drive. No pasa nada. Yo venía de una lesión del tendón en la final de Buenos Aires del 2019. Agustín tenía 19 años, podía correr mucho más que yo y hasta después del Covid, cuando volvimos después del Covid, que a mí me permitió poder entrenar el tendón en mi casa al no haber competición, conseguí agarrar más fuerza y resistencia en el tendón. A la vuelta del Covid fue cuando yo le dije a Agustín que me gustaría defender al revés y atacar en el lado derecho. Y fue lo que hicimos hasta final de año y terminamos ganando…- Os cambiabais de lado en el saque. – En el saque, exacto. Para aprovechar la potencia de Agustín en el ataque y defendíamos el resto estando yo al revés, que es lo que se me ha dado siempre bastante bien. – Con toda la facilidad que tiene para comprender el juego, ¿se ve como entrenador en un futuro? Hace poco vi un vídeo con su hijo donde me llamó mucho la atención la intensidad con la que le entrenaba.- Lo de Fede fue un poco broma, así que vino Xavi a filmarnos porque Fede está jugando desde hace un tiempo atrás. Yo soy cero intrusivo y yo le digo: «Mira, si quieres jugar al pádel…».-Déjatelo todo.- Exacto. Eso en casa es innegociable, hagas lo que hagas, hazlo al lo máximo. Y viste, siempre me decía: «No, ya estás viejito, ya no aguantas el ritmo» Y le digo: «Fede, ¿quieres que vayamos a entrenar un día juntos a ver si soy capaz de aguantar el ritmo?» Y me contesta: «Bueno, venga, dale, vamos» . Y llamó a Michael: «Michael, escucha, voy a ir con Fede, vamos a entrenarle pero no le demos pausas largas, vamos a hacer un un entreno con intensidad». Y le digo a mi hijo: «Si vamos a entrenar, no pares, ¿eh?» Y si estás cansado, hay que seguir. Me contesta: «Sí, sí, papi, no te preocupes que el que que el que se va a cansar antes eres tú». Entendido. Y fuimos. Claro, no está acostumbrado a entrenar con esa intensidad. Y entonces le comento: «Mira lo que me prometiste, y en un momento no daba más» y yo le digo: «Hijo hay que terminar». Pero lo que me sorprendió y lo que más me gustó de todo es que terminó el entreno. Estaba hecho mierda él, pero acabó el entreno. Y le acabé diciendo: «Ojo con el viejito que todavía sigue aguantando un poco». – A día de hoy, ¿echa mucho de menos la competición? ¿Echa mucho de menos el viajar, el estar con los jugadores y demás?- No, nada. Cero. No lo extraño, pero nada. Es más, estoy muy contento y digo, qué suerte tuve de haber tomado yo la decisión de cuándo dejar el deporte, porque no todos los deportistas podemos dejar el deporte cuando uno quiere, sino el deporte, el que muchas veces te deja. Entonces, estoy muy contento por eso. Y dos, yo ya me fui preparando para el posprofesionalismo. Entonces, entre ser director del torneo de Miami, que lo quiero hacer muy bien porque está dentro de mi forma de ser. Sigo trabajando y estoy muy involucrado en no solamente la franquicia Wilson Bela, sino también en el desarrollo de toda la línea Wilson. Hoy mi objetivo con Wilson ser la marca número uno del mundo del pádel y voy a trabajar hasta tener las mejores paletas del mercado, eso me motiva porque en todo lo que haga quiero ir al máximo. Ahora vamos a abrir el Bela Padel Center en Barcelona, ya teníamos uno en Alicante, pero necesitábamos tener nuestro buque insignia en Barcelona y quiero que la gente cuando entre a nuestro club diga lo que veo aquí, no lo vi en ningún sitio. Entonces, en cada cosa que haga quiero hacerlo al máximo. Estoy muy contento con la carrera que hice. Haber cerrado con 30 de años jugador profesional está espectacular. Y ahora me toca otra etapa, pero que la ambición siempre sigue siendo dar el máximo cada día. Fernando Belasteguín, en su nuevo club ubicado en Barcelona inés baucellsRecuperación de una lesión de menisco en tan solo 22 días- Ha tenido muchas lesiones a lo largo de su vida, una que me llamaba la atención era la del menisco, que a los 22 días logra estar de vuelta compitiendo. Quería preguntarle por la importancia de Gianluca Vacchi, que siempre ha estado a su lado durante las recuperaciones. ¿Cómo eran esas recuperaciones en su casa y qué tipo de tratamientos o ejercicios realizaba?«- Lo del menisco fue en el 2017 en Valladolid, que fue el último año que fui número uno con Pablo Lima. Juan Erquicia, el médico que es el que me ha llevado siempre que estoy aquí en Barcelona, hizo una cirugía impresionante porque tardó como 3 horas para operármelo porque me tuvo que correr el ligamento lateral para no dañarlo. Entonces, claro, yo tenía entre ceja y ceja la recuperación de Franco Baresi en el mundial de fútbol que había ido a los 20 o a los 21 días. Digo: «Le voy a superar el récord». Y yo competí a los dos días más tarde, a los 22, yo me opero un lunes y el martes ya me quitaba la venda y estaba con el Compex dándole estímulo a la pierna. Fue la primera vez que en el cuádriceps tuve venas de la cantidad de pesas que hice. Y lo de Vacchi fue en el 2021 cuando sufro una lesión en el gemelo, estaba jugando con Sanyo, que veníamos muy bien. Habíamos ganado dos de los primeros tres torneos, le habíamos ganado a Lebrón Galán y me rompo 4 centímetros el gemelo izquierdo en Santander. Me daban de lesión, claro, con 42 años me daban 40 días. Y me dice Vacchi: «Bela, vente a casa que yo te acorto el tiempo a la mitad». Me interné en su casa, metiéndole 12 horas al día, porque tiene de todo para hacer en la casa, de todo, las mejores máquinas, y vuelvo a jugar en Valladolid a los 22 días, que el médico no me dejaba ir y me dice: «Bueno, ve y juega un solo partido». Llego a las semis, pierdo en el tercer set contra Maxi y Lucho Capra, que después ganan el torneo ganando en la final a Tello y Chingotto. Y a los a los 38 días nos toca jugar Valencia. Y ganamos el torneo. Le ganamos a Galán y a Juan y ahí vino Vacchi. – Espectacular. – Él cada vez que he tenido alguna lesión me ha ayudado mucho. En la actualidad, director del torneo de Miami-Ahora que usted es director del torneo en Miami, ¿cómo valora el trabajo que está haciendo Premier Pádel y cuál es su visión sobre el desarrollo del pádel en Estados Unidos?- Mira, yo estoy en Wilson. Wilson tiene hecho un estudio de mercado que el pádel en Estados Unidos va a crecer mucho en los próximos años. No hay ninguna duda que la puerta de entrada del pádel al mercado americano es a través de Miami, desde ahí hacia todo el país. No me cabe duda que el pickleball va a ayudar mucho al pádel. Para mí el pickleball ha sido algo muy bueno. ¿Por qué? Porque gente que juega al pickleball cuando conozca el pádel, no creo que vuelva otra vez. Entonces, yo creo que en Estados Unidos, en el corto plazo del tiempo el deporte va a crecer un montón.En cuanto a Premier, yo creo que le ha permitido al jugador competir en escenarios únicos como en Roland Garros o como en Roma. Eso nos ha hecho que el deporte sea visto como un deporte serio, todos los jugadores y los managers presumimos de ir a presentar un dossier y poner fotos de Roland Garros, de Roma, de Doha, de Dubai, de Madrid lleno o de Málaga lleno, escenarios únicos a nivel mundial que nos han ayudado a que el deporte sea considerado cada vez más un deporte serio. Entonces, yo creo que Premier está haciendo un gran trabajo. Los jugadores exigimos cada año, cada vez más, pero yo creo que mirando el crecimiento que ha tenido el pádel, en los próximos dos, tres años sería muy bueno que se consolide todo, y a partir de un periodo corto, que se vuelvan a sentar y se vuelvan a pedir mejores condiciones para todos. Pero yo creo que ahora es el momento de tirar todos juntos, de llevar el producto a la mayor parte del mundo posible, porque tanto lo que está consiguiendo Premier como el espectáculo que están dando los jugadores en la cancha es algo muy lindo.

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