¿Cuántas veces has escuchado, o incluso entonado, esa manida frase del refranero español que reza: «Piensa mal y acertarás»? Seguro que no ha sido ni una ni dos… Lo cierto es que esta expresión cuenta con una aproximación dentro de lo que la psicología denomina « sesgos cognitivos », en concreto con uno conocido como la «falacia del peor motivo» que atribuye a la otra persona la peor intención posible para hacer lo que hace en cada momento. Sin embargo, tal como plantea Fernando Botella ( @fb_think ), conferenciante, divulgador y experto en liderazgo; esa expresión no es más que un pilar de defensa para sustentar el pesimismo como algo intuitivo, como algo animal o como un principio básico de autodefensa que tiene su origen en expectativas negativas del futuro , expectativas negativas del pasado , pensamientos negativos no contrastados con la realidad o incluso rumiación de ideas generalizadoras sobre nuestra propia vida y nuestro entorno.Noticias Relacionadas estandar No Por qué no debes confundir ser perseverante con ser obstinado Tomás Navarro estandar No Claves de un maestro shaolin Shi Hen Yi: «Las dos medicinas para ser feliz son meditación y movimiento»Y esto, tal como denuncia el experto, provoca una pérdida de energía y una pérdida del control de la situación que impide afrontar de la mejor manera lo que sucede. «Es muy recurrente pero hace que vivas pero cualquier circunstancia porque te pone en modo vigilante, en estado de alerta, quitándote expresividad y generando hostilidad», asegura.«El efecto más negativo que esconde es frase es que cuando piensas mal no aciertas; sino que enfermas». Fernando Botella Conferenciante y experto en liderazgoPor qué esta frase tiene efectos negativosAunque una cierta desconfianza, en su justa medida, pueda ser válida, el experto asegura que cuando uno va más allá en esa desconfianza lo que puede provocar es una autoprotección injusta capaz de condicionar a esa persona de forma negativa. Algunos de sus efectos son, por un lado, crear estados de ansiedad, y, por otro, colocarnos siempre en una posición de reproche o protesta o incluso de búsqueda de excusas y justificaciones que nos lleve a encontrarnos en un entorno vital donde prime la inseguridad y la desconfianza. De hecho, tal como describe Botella, algunas de las consecuencias que pueden darse en ese estado son situaciones de estrés , baja autoestima , dificultad para integrase en grupos, pérdida de la visión optimista de la realidad, falta de armonía y desarrollar un posible caldo de cultivo para conflictos . «Lo ideal sería eliminar esa frase recurrente de tu vida para que puedas dar la mejor versión de ti». Pero además el efecto más negativo que propicia el uso frecuente de esa frase es, como argumenta Botella, «que cuando piensas mal no aciertas; sino que enfermas». ¿Por qué? Según explica el experto en desarrollo personal, si piensas mal, lo pasarás mal porque perderás la capacidad resiliente, la capacidad de vivir en un entorno de alegría , la capacidad de experimentar estados de ánimo positivos y, en definitiva, perderás el optimismo. Así, cuando perdemos la perspectiva positiva de los elementos que nos motivan a esforzarnos ante las dificultades ; perdemos también la capacidad de ser disciplinados y de mantener el esfuerzo en el tiempo y, por lo tanto, no nos enfocamos en las metas y en las soluciones sino en los problemas. Y también dejamos de ser valientes porque en vez de atrevernos a arriesgarnos por lo que nos gusta, nos quedamos en nuestra zona de confort y perdemos la capacidad de ser agradecidos. «Si perdemos todo esto, que en realidad lo que significa es una pérdida de autoconfianza, perdemos la visión de los objetivos y de la capacidad de actuar para conseguirlos, perdemos la mentalidad ganadora y de crecimiento en favor de una mentalidad fija, de escasez y entramos en pensamientos arcaicos que no permiten afrontar las dificultades cotidianas», alerta.Qué hacer para cambiar esa visiónLo primero que se podría hacer, según propone Fernando Botella, es romper con las creencias limitantes, haciéndose preguntas y cuestionando nuestra propia mente para poner en el centro de nuestra toma de decisiones nuestros objetivos y la realidad. También invita a que creer en uno mismo, crear entornos de confianza , ser agradecidos y creer en la gente. Su recomendación, por tanto, se basa en cambiar el «piensa mal y acertarás» por el «piensa bien y acertarás» ya que, según aclara, cuidar nuestros pensamientos ayudará a que éstos se conviertan en palabras y a su vez en acciones que, repetidas en el tiempo, serán hábitos y nos ayudarán a construir nuestro carácter. Pasos para llegar al «piensa bien y acertarás» Detectar qué pensamientos nos limitan y minan nuestra confianza creándonos malestar Tomar conciencia de los resultados obtenidos cuando estamos en esos entornos de malos hábitos y visión negativa Cuestionarlo y cambiarlo por una visión positiva Sustituir la antigua creencia por la nueva y practicarla. En el fondo se trata de intentar convertirnos en nuestra mejor versión.El experto aclara que, técnicamente, este tipo de planteamientos se denomina «reencuadre», una técnica que implica percibir la realidad desde una perspectiva positiva y no negativa, reencuadrando la realidad. Noticias Relacionadas estandar No Psicología Cómo superar la etapa más oscura de tu vida Raquel Alcolea estandar No Qué pasa si no disfrutas con nada y sientes a menudo que te falta algo Raquel AlcoleaUna vez que se ha hecho ese reencuadre el conferenciante, que acaba de publicar su libro ‘Esencial’ (Roca Editorial), donde comparte algunas de estas herramientas; propone crear un anclaje y hacer una visualización positiva con este objetivo: generar un diálogo entorno positivo que nos permita actuar y tomar decisiones de un modo más libre, sereno y optimista.
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