Cuesta creer que durante las vacaciones -ya sea en verano, Semana Santa, Navidad o cualquier otra fecha- haya gente que no esté feliz. ¿No es el descanso uno de los mayores placeres de la vida ? ¿No es acaso un bajón cuando estas terminan? Dedicar el tiempo a lo que nos gusta, estar con quienes queremos, reencontrarnos con quienes hace tiempo que no vemos… Pues parece ser que para muchas personas no resulta un momento agradable del todo.Pero todo tiene su explicación. Lidia Asensi, psicóloga sanitaria, señala que algunas personas se sienten solas en vacaciones porque «este periodo de descanso puede generar la aparición de emociones que normalmente están bloqueadas con el trabajo y las actividades y rutinas diarias». Al detenerse esta actividad, puede generar sentimientos de soledad , ansiedad o conflictos no resueltos. Noticias relacionadas estandar Si Por qué las vacaciones pueden terminar con la pareja estandar Si Test de personalidad: 10 preguntas para descubrir si eres una persona optimista Melissa GonzálezCon el frenesí del día a día y las horas que invertimos en nuestra jornada laboral, no es de extrañar que muchos tengan desconexión con sus emociones y, al no tener la obligación de hacer lo que hacemos día a día, sintamos que nos falta gente alrededor. «Hay personas que se sentirán solas porque no tienen con quién compartir ese tiempo. Otras pueden sentir vacio al no tener la rutina diaria. También es importante la situación vital en la que la persona está», recalca la psicóloga.Expectativas vs. realidadClaro está que muchas veces nos podemos sentir tristes, angustiados o enfadados antes de empezar y muchas veces decepcionados también al finalizar. Y esto tiene que ver con varios factores, además del anteriormente mencionado. Andrés Quinteros, psicólogo y director del Centro Psicológico Cepsim, comenta que las expectativas alrededor de las vacaciones son un problema principal. «Muchas veces pensamos en las vacaciones ideales con expectativas muy exageradas, como el único momento de hacer lo que queremos, de sentirnos libres de la rutina, de descansar, de conocer, volviéndose un imperativo: ser feliz en vacaciones », dice el experto. Esto tiene que ver con:- Queremos llegar a todo : y terminamos convirtiendo las vacaciones en una maratón. «No nos podemos perder nada, recorriendo todo rápido para llegar a otro objetivo, sin detenernos a contemplar relajadamente el lugar donde estamos porque ya estamos pensando en el siguiente. Eso sin contar que queremos fotografiar todo para las redes sociales», alerta Andrés Quinteros. Convertimos de esta manera las vacaciones en un trabajo y cuando algo se tuerce, se complica, la persona se siente frustrada, agobiada o enfadada, generando problemas y roces con las personas que le acompañan, acrecentando el malestar.- Obsesionarse con la planificación en las vacaciones : planificar es comenzar a disfrutar de las vacaciones antes de empezar, pero para muchas personas se vuelve como un trabajo también. «Hay personas que comienzan a estar mal porque no tendrán tiempo de ver todo o no podrán alojarse en ese hotel paradisíaco y puede aparecer el miedo a perderse algo», alerta Andrés Quinteros.- Creer que las vacaciones deben solucionar los problemas : se piensa que en las vacaciones todo debe solucionarse: las dificultades laborales, las insatisfacciones personales y los problemas familiares, pero tenemos que comprender que son eso, vacaciones, y que nuestros problemas personales y laborales seguirán estando allí cuando regresemos.«Si las cosas no salen como uno espera o no existe la posibilidad de poder irse de vacaciones, esto generará mucha frustración y tristeza», recalca la experta Lidia Asensi. Además, las redes sociales pueden alimentar comparaciones poco saludables y aumentar el malestar . A veces, parece que las vacaciones se convierten en una competición entre unos y otros.Enemigos de la salud mental en veranoLos enemigos del verano para nuestra salud mental serán las expectativas poco realistas, generadoras de ansiedad, frustración y tristeza. Además, la comparación con los demás, con el tipo de vacaciones que cada uno decida hacer y las redes sociales pueden activar sentimientos de envidia e inseguridad.Tal como advierte Lidia Asensi, la falta de rutina puede dar lugar a la conexión con cierto malestar emocional . Esto se debe a que al bajar el ritmo de actividad, puede dar paso a ciertas problemáticas que hemos ido evitando. La soledad , como hemos visto, puede aparecer en muchas personas que no tienen con quién compartir un viaje, por ejemplo y el pasar más tiempo con personas con las que no lo solemos compartir puede dar lugar a conflictos y discusiones. Además, para muchas personas la idea de tener el cuerpo perfecto en esta época del año no les permite disfrutar pensando en el qué dirán.Vacaciones felicesPara que todo lo mencionado anteriormente no entorpezca las vacaciones, es importante bajar las expectativas y no idealizarlas; aceptar que pueden existir imprevistos ayuda a poder centrarnos más en el momento presente.«Intentemos centrarnos más en lo que sí tenemos y lo que estamos pudiendo tener, es decir, valorar el tiempo libre y aquello que estamos haciendo», dice Lidia Asensi.- Es importante elegir actividades que realmente nos apetecen hacer .- Practicar estar en el presente . Evitar pensar en el trabajo pendiente o en aquello que debemos hacer a la vuelta de las vacaciones- Evitar comparaciones con los demas . Cada uno vive sus vacaciones como cada uno decide. Mientras unos prefieren quedrse en casa, otros necesitan desplazarse a otros lugares. Dependerá de lo que la persona necesite en el momento emocional y vital en el que se encuentre.

Leave a Reply