Aitana ha protagonizado un fin de gira por todo lo alto. En estos días ha encadenado actuaciones en Barcelona con dos conciertos de alto voltaje en Madrid. Ha subido al escenario a artistas de la talla de Amaral, David Bisbal, Hombres G e incluso a su amiguísima excompañera de OT, Amaia. Los vídeos que se han subido a redes y los cortes que se están emitiendo por televisión dan buena cuenta del gran espectáculo que ella y su equipo han preparado para su público, que ha respondido cantando sus canciones, con los lugares donde han actuado completamente abarrotados. Así lo han contado en ‘ TardeAR ‘ (Telecinco), donde han explicado detalles de los recitales. Ella estaba muy arropada por familiares, amigos y por su novio, Plex, una relación más que asentada y que ellos ya no ocultan. De hecho, «en el último concierto de Madrid, con el que ha cerrado la gira, le declaró su amor, vaya, así que esto marcha», han comentado los colaboradores del equipo de Verónica Dulanto .Tras bajarse del escenario acudían a una fiesta que se había organizado para festejar este último concierto hasta que arranque su tour mundial. Sus padres, nuevamente amigos íntimos, artistas y cantantes muy conocidos y su novio, Plex, que la acompañaba para celebrar con ella su gran éxito. Todo parecía ir como la seda, o eso se suponía, hasta que se captaron unas imágenes que vendrían a poner en entredicho esa felicidad que parecía transmitir la joven apenas unas horas antes. «Estaban discutiendo de forma acalorada, con malos gestos, y se que fue por los planes de futuro que tienen como pareja», ha referido Iván García , el periodista que ha sentenciado en ‘TardeAR’ lo que podría haber sucedido hace unas horas en el evento de Madrid para arrancar un periodo de vacaciones. Aitana y Plex han jugado al gato y al ratón durante unos meses, sin llegar a mostrarse de forma pública pero sí dejando pistas en redes que hacían pensar que estaban iniciando algún tipo de relación. Conforme han pasado estos últimos meses y han visto la luz imágenes de ambos ya juntos, de la mano, y como una pareja normal y corriente, se han terminado de relajar y ya no lo ocultan. Si se les pregunta, la respuesta es una enorme cara de felicidad y un asentimiento de lo bien que se encuentran.
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