El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha asegurado que no pretende llamar a Donald Trump para dialogar sobre las tarifas impuestas por Estados Unidos a productos brasileños, a menos que perciba una verdadera disposición del mandatario estadounidense de conversar.«Pueden estar seguros de algo: en el día en que mi intuición me diga que Trump está dispuesto a conversar, no tendré duda en llamarlo. Pero hoy mi intuición dice que él no quiere conversar. Y yo no voy a humillarme», ha señalado el mandatario brasileño en una entrevista exclusiva a la agencia Reuters.Las declaraciones se producen después de la entrada en vigor de aranceles de hasta el 50% sobre exportaciones brasileñas hacia Estados Unidos, que están afectando a productos prioritarios en su economía, como carne y café. La medida, adoptada unilateralmente por Trump, ha representado un duro golpe para el comercio entre ambos países con fuertes impactos para el Gobierno de Lula, que ha movilizado a su equipo de economía para apoyar a los sectores más sensibles. Según el Ministerio de Desarrollo de Brasil, cerca del 36% de sus exportaciones al mercado estadounidense serán impactadas.Noticia Relacionada Crisis política estandar Si El arresto domiciliario de Bolsonaro tensa aún más las relaciones entre Brasil y EE.UU. Verónica Goyzueta Trump ya subió al 50% los aranceles como respuesta al juicio abierto contra su aliado ultraderechistaA pesar de la gravedad de la situación, Lula ha descartado una represalia comercial inmediata. « No voy a hacer lo mismo que él . Quiero mostrar que, cuando uno no quiere, dos no pelean. Yo no quiero pelear con EE.UU.», ha asegurado el mandatario brasileño, explicando que una respuesta simétrica podría aumentar la inflación en el país. Según él, el foco será ayudar a las empresas, preservar empleos y buscar nuevos mercados internacionales.El presidente también ha anunciado que planea discutir la situación con los países del grupo BRICS (que incluye, además de Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y otros emergentes), para pensar en una posible reacción conjunta frente al proteccionismo estadounidense. «Voy a intentar hacer una discusión con ellos sobre cómo está cada uno dentro de la situación, cuál es la implicación que tiene en cada país, para que podamos tomar una decisión», ha dicho Lula. «Es importante recordar que los BRICS tienen diez países en el G20» , ha destacado.En la entrevista, Lula ha descrito las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Brasil como las peores en 200 años. Lula ha criticado la interferencia de Trump en asuntos internos de Brasil, y lamentó que vinculase los nuevos aranceles a la exigencia de que se ponga fin al proceso contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de intentar un golpe de Estado en su contra tras perder las elecciones de 2022. «No es una intromisión pequeña, es el presidente de los Estados Unidos creyendo que puede dictarle reglas a un país soberano como Brasil», ha afirmado Lula.Sin embargo, a la Corte Suprema brasileña que juzga el caso contra Bolsonaro, «no le importa lo que diga Trump y ni debería», ha asegurado Lula, añadiendo que Bolsonaro debería enfrentarse a otro juicio por provocar la intervención de Trump, al llamar al expresidente «traidor a la patria». «Esas actitudes antipolíticas, anticivilizatorias, son las que generan problemas en una relación que antes no existía. Ya habíamos perdonado la intromisión de Estados Unidos en el golpe de 1964. Pero esto es inadmisible», ha cuestionado el líder brasileño, refiriéndose a las conversaciones entre el diputado Eduardo Bolsonaro con Trump. Eduardo se ha mudado a Estados Unidos para interceder por apoyo internacional a favor de su padre.La administración Lula ha presentado una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), solicitando consultas con EE.UU. como paso previo a la apertura de un panel. Sin embargo, el presidente ha reconocido que el sistema multilateral está debilitado, y que las posibilidades de éxito son limitadas. Aun así, defendió el gesto diplomático como una muestra del compromiso brasileño con el orden global.Lula también ha reiterado que, pese a las tensiones, no ve necesidad de dramatizar las consecuencias del ataque arancelario. «Si Estados Unidos no quiere comprar, buscaremos a otro. Si China no quiere comprar, buscaremos a otro. Si cualquier país no quiere comprar, no vamos a llorar. Vamos a buscar otros», ha declarado, destacando la diversidad de la balanza comercial brasileña, en la que Estados Unidos representa hoy solo el 12%, frente al 30% de China .Finalmente, el presidente ha revelado que su gobierno trabaja en una nueva política nacional para los recursos minerales estratégicos, con enfoque en soberanía y valor agregado. Según Lula, es hora de romper con la dependencia histórica de exportaciones primarias: «Tenemos que tratar nuestros minerales estratégicos como una cuestión de soberanía nacional», ha concluido.

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