La resaca de las elecciones vascas , quién lo iba a decir, ha dejado una sesión de control del Congreso al Gobierno descafeinada, con menos decibelios de lo habitual y sin grandes titulares para la prensa. El tono de las últimas sesiones, en las que sobrevolaban las acusaciones de corrupción de la bancada popular a la socialista, y viceversa, se ha rebajado notoriamente. Pero la polémica de la campaña vasca, en la que EH Bildu se negó a calificar a ETA como una organización terrorista, aún colea. El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, le ha pedido estérilmente al jefe del Ejecutivo que rompa su alianza con la formación aberzale. Pedro Sánchez, en lo que ya es un clásico, ha esquivado toda confrontación con sus socios.Poco importa que hace apenas unos días el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente , reconociese que a Bildu le falta aún la «madurez democrática» que el PSOE le presuponía. Tampoco es relevante que el esprint final socialista en los comicios vascos se fundamentase en ese tropiezo de Pello Otxandiano, el candidato aberzale, incapaz de condenar la violencia etarra. Apenas acertó a pedir perdón a las víctimas por sus palabras, pero no cambió su postura. En el Congreso, tras haber dictado sentencia las urnas y haber dirimido que el PNV y el PSE mantendrán su Ejecutivo de coalición, todo vuelve a su sitio. Sánchez seguirá valiéndose de los votos de Bildu e ignorará lo que la semana pasada parecía intolerable.Núñez Feijóo, con la espina clavada de no haber recibido en su día una felicitación de Sánchez por su insuficiente victoria el 23J, ha comenzado su intervención dirigiendo la mirada hacia el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, a quien ha congratulado por el triunfo de los nacionalistas el domingo. Por el resultado de Bildu, sin embargo, ha aplaudido a Sánchez. «Es gracias a usted», ha asestado, como un golpe seco, y le ha preguntado: «¿Lo que dijeron en campaña sobre Bildu era una mentira más de las suyas o van a romper sus pactos con Bildu?».Noticias Relacionadas estandar No Sánchez sitúa al PP junto a Vox en «la corriente ultraderechista» y les acusa de convertir la política «en un lodazal» Pilar De la Cuesta estandar No El PP exige a Sánchez explicaciones de «los escándalos» de su entorno familiar Marta MartínezEl presidente, aferrado a la pregunta escrita que había registrado el PP —«¿A quién escucha usted como presidente?»—, le ha respondido que atiende «a la mayoría de este país» —según todas las encuestas la mayoría de españoles se oponen a la amnistía a los encausados del ‘procés’— y, también, a los vascos. «Nueve de cada diez votos [el domingo] fueron a partidos que apoyan a este Gobierno», ha afirmado, y ha sentenciado: «Les ganamos nueve a uno».«España se merece un presidente que se preocupe cuando Bildu sube, no que brinde por ello», le ha replicado Núñez Feijóo, quien tras hacer una regla de tres —Sánchez es al independentismo lo que Koldo García al PSOE, «indisociable»—, ha sacado su propia calculadora: el PP gobierna en doce comunidades autónomas y el PSOE, en cuatro. Solo un votante de cada diez, ha insistido el presidente, optó en el País Vasco por el PP y la «ultraderecha» de Vox. nomecites_0712 No me cites, cuéntalo ¿De qué hablan los políticos cuando se apagan las cámaras? ¿Qué hay detrás de sus estrategias públicas? No me cites, cuéntalo SIPero es que con los números y los datos se puede jugar de muchas maneras, como ha demostrado después la secretaria general de los populares, Cuca Gamarra, en su pregunta a la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz . La número dos del PP le ha recordado a la número dos del PSOE que la coalición del Gobierno ha pasado de dieciséis escaños en el País Vasco —los diez del PSE en 2020 más los seis de Elkarrekin Podemos— a trece —los doce del PSE más el único de Sumar—.Dos fotografíasDespués, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha sido más gráfico al exhibir dos fotografías: la primera , la de la reunión de Sánchez con la portavoz aberzale en la Cámara Baja, Mertxe Aizpurua, durante la ronda de contactos para su investidura; la segunda, la de unos encapuchados etarras. «Después de las elecciones del domingo, el PSOE va sin careta y los de Bildu sin pasamontañas», ha dicho con un hilo de voz, aquejado de una afección en la garganta. «El mismo PSOE que gobierna España apoyándose en Bildu defendió que no lo iba a hacer en Euskadi. ¿Va a seguir apoyándose en un partido que no es capaz de condenar el terrorismo de la banda terrorista ETA?», le ha preguntado Tellado al ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. Él, repleto de sarcasmo, le ha deseado al diputado popular una pronta recuperación de su afonía, porque, ha ironizado, sus intervenciones son muy necesarias. «Usted, que es una persona reflexiva, moderada, de verbo sutil que acaricia la inteligencia, también pacta con partidos que no piensan como ustedes. ¿O quieren ilegalizar partidos políticos? ¿O piensan que la violencia de género es un divorcio duro?», le ha contestado, en una crítica a los acuerdos entre el PP y Vox.Tellado le ha dicho después que no debía preocuparse tanto por su voz como por la «dignidad» del Gobierno. «Sánchez —ha apostillado— le dice a Aizpurua ‘sin ti no soy nada’». «Puede estar tranquilo, el Gobierno está mucho mejor que su voz. No tenga ninguna duda», ha percutido Bolaños, en una sesión de control donde solo Elías Bendodo (PP) ha preguntado directamente por el caso Koldo , al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aunque sin obtener ninguna respuesta concreta. Esta tarde, los populares volverán a probar suerte en el Senado con la comparecencia del exministro de Sanidad y primer secretario del PSC, Salvador Illa, en la comisión de investigación sobre la trama.
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