Cine frente a los ayatolás: la pareja de directores que se jugó la cárcel por amor al cine

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Cine frente a los ayatolás: la pareja de directores que se jugó la cárcel por amor al cine

«Nos enfrentamos a una amenaza de 26 meses de cárcel y no lamentamos nada de lo que hemos hecho». Esa es la realidad de Maryam Moghaddam y Behtash Sanaeeha, una pareja de directores iraníes (en el trabajo y en la vida real) que lo han dado todo por ‘ Mi postre favorito ‘. Una película por la que se les ha prohibido viajar y trabajar , pero que ha conseguido un gran reconocimiento internacional. Y este 8 de agosto llega, por primera vez, a los cines de España.La vida se abre camino a pesar de la crueldad. Mahin (Lili Farhadpour) es el testigo de aquellas mujeres mayores (70 años) que viven a pesar de las dificultades. Moghaddam cuenta que la inspiración les llegó de las mujeres que les rodean: « Queríamos contar una historia no cliché sobre una mujer anciana y su soledad. Tratar temas como la vida, la muerte y el momento donde hay tantas cosas prohibidas, especialmente cuando eres más vieja».Noticia Relacionada estandar Si Irán antes y después del 79: la represión de la mujer por bandera Ryma Sheermohammadi’Mi postre favorito’ sigue a esta mujer que, tras una tarde con amigas -lugar seguro donde hablan de hombres, de sexo y de la amistad-, siente la necesidad de salir y conocer a alguien. En este momento aparece Faramarz (Esmaeel Mehrabi), un taxista que entra al juego del ligoteo tras ver las claras intenciones de ella. Es la directora quien asegura que el mundo no está solamente lleno de hombres malos y decepcionantes . Mira a su marido, se ríe y comenta que hay un dicho iraní que dice así: «No odies a los jugadores, sino el juego. Si podemos cambiar las normas del juego, los jugadores también actuarán bien».Dos realidades que se oponen. La oficial , donde las mujeres no se relacionan ni se quitan el hiyab ni al llegar a casa. Y la que viven los directores. «Ver a una pareja bailando, bebiendo, tocándose, durmiendo juntos… ha estado prohibido mostrarlo en el cine después de la revolución islámica de hace 47 años», aclara Sanaeeha. Una verdad que, para ellos, era el momento de mostrar, de contar cómo era la vida real de la mujer en Irán.Arriba, la protagonista frente a un agente de la policía de la moral; abajo a la izquierda, la pareja bailando; abajo a la derecha, Maryam Moghaddam y Behtash Sanaeeha, directores de la películaLa pareja ha contado una historia de amor, amistad, ternura e intensidad. Aunque para Moghaddam y Sanaeeha esta historia tiene su parte triste. «La cara bonita de la realidad, que es el amor puro, las relaciones, la empatía y la solidaridad, son cosas que están ahora mismo prohibidas en Irán». Aclaraciones que hacen desde su casa en Teherán , lugar en el que están recluidos a la espera de un juicio que llevan más de dos años esperando. «Nosotros sabíamos que íbamos a enfrentarnos a todos estos problemas», confirman mientras explican que intentaron ir a París para terminar la posproducción de la película.«Tomaron nuestros pasaportes y nos dijeron que teníamos un juicio pendiente. Al día siguiente empezaron los interrogatorios y nos presionaron para que evitáramos que la película participara en la Berlinale. El juicio ahora continúa, aunque la sentencia ha sido suspendidad, en cualquier momento nos pueden detener y enviarnos a la cárcel », asegura el director de cine. «Y no lamentamos nada. Nosotros pensamos que hemos hecho lo correcto y esperamos que otros cineastas sean capaces de hacer lo mismo, reflejar fielmente la realidad».Una realidad que traspasó fronteras. Demostrando que el amor y la soledad son una lengua internacional que recibió el reconocimiento internacional con premios de la FIPRESCI y el Festival de Berlín en 2024 y entrando en las listas de mejores películas del año de medios como ‘The Guardian’. Este apoyo fue muy importante para sus directores, quienes hablan del público europeo. Behtash Sanaeeha comienza contando que las personas mayores de Europa «aman» este ‘filme’, «no solo los más mayores» apuntilla su mujer. Tras una mirada de complicidad, ambos aseguran que es muy importante para ellos que los adultos se sientan cercanos a Mahin y Faramarz: «Tienen las mismas sensaciones y sentimientos».Tras triunfar en 2024, la película aterriza en España para seguir manteniendo viva esta reivindicativa historia. Una película que todavía tiene muchas cosas que contar.

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