Alejandro Fernández era diputado del Parlamento catalán cuando en los meses de septiembre y octubre de 2017 el independentismo condujo a Cataluña a una declaración unilateral de independencia. «Estaba todo el mundo muy asustado y con la sensación de que aquello se había ido de las manos». Después del referéndum ilegal del 1 de octubre, personalmente «estaba convencido de que podíamos ir a escenarios de violencia real ». Es más, admite que en aquellos momentos «no descartaba una guerra civil». Fernández, que hoy cuenta con 15 diputados en ese mismo Parlamento, considera que se produjo «una especie de doble autoengaño , pues por un lado el separatismo pensaba ‘estos no se atreverán a frenarlo’ y, por otro, desde el Gobierno de España pensaban ‘estos no se atreverán a hacerlo’. Pero lo hicieron». Alejandro Fernández, presidente del PP de Cataluña, durante una entrevista con ABC ABC«Teníamos la sensación en Cataluña de que en Madrid no eran conscientes de las dimensiones de lo que estaba pasando. Aquí les estábamos advirtiendo: cuidado que lo que está ocurriendo aquí es muy gordo y ya se que es duro pensar que esta gente quiere romper el pacto constitucional, pero l o están haciendo. Por lo tanto, no hay vías de diálogo posible, sino frenar esto como sea». Documental de ABC que revela cómo se gestó el discurso del Rey para frenar el golpe separatista el 3-O JUan Fernández-Miranda, David del Río y Javier NadalesCon su sorna habitual, Fernández recuerda cómo reaccionó el independentismo, atacando al Rey por su defensa de la Constitución: «El separatismo hace una cosa bastante curiosa: mientras se hacían los indignados con el discurso, sacaban su dinero de Cataluña y se lo llevaban a Castellón o Zaragoza». En el décimo aniversario de la proclamación del Rey, Alejandro Fernández se declara «desacomplejadamente monárquico» y asegura estar «orgullosísimo de que España tenga un Rey como el que tiene».Y llegó el día 3, el día en que Felipe VI pronunció su discurso más difícil: «Lo vi en casa con mi mujer y me emocioné mucho. Yo nunca me hubiera imaginado emocionándome con un discurso político, pero me emocioné cuando dijo lo de ‘no estáis solos’, porque, independientemente de que yo fuera portavoz de un partido político, en ese momento me sentía más un catalán constitucionalista comprometido con España que un político».
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