Fue una de las apuestas de Francisco para el Vaticano. A Robert Prevost , el pontífice argentino le proporcionó una carrera meteórica: lo trasladó en 2023 a Roma para dirigir uno de los dicasterios más importantes, el que elige a los obispos de todo el planeta, y no había pasado ni un año cuando lo elevó a cardenal. Quizá era su candidato para sucederlo: un hombre que combinaba la experiencia pastoral como misionero con la capacidad de gestionar un gran ‘ministerio’. Los desafíos no eran fáciles: continuar con las reformas emprendidas, lidiar con un contexto geopolítico marcado por los conflictos y conseguir reconciliar a los diferentes sectores de la Iglesia. En el cónclave, la gran mayoría de los 133 electores depositó su confianza el 8 de mayo en un estadounidense -con nacionalidad peruana- y agustino. Con el nombre de León XIV, se presentó ante 1.400 millones de católicos con dos mensajes: «Una paz desarmada y desarmante» y la «unidad en Cristo». De ese momento, ya han pasado 100 días.De León XIII a León XIVLa huella de León XIII está desde el inicio en el pontificado de Prevost: el reto de la inteligencia artificial y la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo. «El talante que está mostrando León XIV es el que tuvo León XIII en su tiempo», explica a ABC Fran Martínez Rojas, doctor en Historia de la Iglesia. En poco más de tres meses, se ha visto que es «un hombre que busca unidad y que intenta evitar un conflicto; no por cobardía, sino porque es consciente de que con diálogo y escucha, evitando radicalizar opiniones o posicionamientos ideológicos, se sirve más a la sociedad que buscando confrontación». Noticia Relacionada estandar Si El Vaticano publica nuevas reglas para evitar las contrataciones ‘a dedo’ Carmen Álvarez Cuadrado El reglamento, firmado por el prefecto de la Secretaría de Economía, el español Maximino Caballero entró en vigor este domingoAunque su personalidad introvertida no ha evitado la fuerza en sus mensajes o gestos. Ha pedido a las empresas que desarrollan la IA que se guíen por un «marco ético» que preserve la dignidad humana. Ante los gobernantes, tachó de «inaceptable» la «desproporción de una riqueza poseída por pocos y una pobreza extendida en exceso». A los trabajadores del Vaticano les restableció el bonus cónclave: un ‘extra’ de 500 euros por su labor en la Sede Vacante. Francisco lo había retirado en 2013.Cuidado de los símbolos: vuelta al rojoLeón XIV ha demostrado en 100 días su especial cuidado de los símbolos. La primera vez sorprendió verlo con los ornamentos rojos, que recordaban a Benedicto XVI más que a Francisco. León XIV marcó su propio estilo, manteniendo sus zapatos negros (a diferencia de Ratzinger y como hizo Bergoglio). Es el atuendo que ha usado en sus encuentros solemnes, entre los que están las visitas al Vaticano de los jefes de Estado. El director del Secretariado para la Comisión Litúrgica de la Conferencia Episcopal Española, Ramón Navarro, señala a ABC que su atención por los detalles está, por ejemplo, en el uso de «dos cruces pectorales idénticas, pero una de plata y otra de oro», dependiendo de la importancia del evento. Aunque si tiene que destacar tres aspectos que le han llamado la atención en lo que va de pontificado en este ámbito son los siguientes: «Celebraciones muy solemnes, pero no recargadas; solidez en lo doctrinal, con una espiritualidad propia, citando siempre a san Agustín, y el dominio de varios idiomas en León XIV, lo que aporta un carácter más universal».Continuidad con FranciscoLa comparativa ahora está entre León XIV y Francisco. Antes, ocurrió lo mismo con la llegada de Benedicto tras el huracán Wojtyla. Disipando cualquier duda, el Pontífice subrayó desde el inicio su alineamiento con su predecesor, a quien nombra en casi todos sus discursos.En gestos concretos, León XIV ha continuado varias iniciativas de Francisco: confirmó el calendario del Sínodo; dio luz verde a unas normas para evitar contrataciones ‘a dedo’ en el Vaticano ; y aprobó un nuevo formulario de la misa basado en la Laudato Si’. Él mismo la estrenó en Castel Gandolfo, recuperando también la tradición que se perdió con su predecesor de veranear en esta ciudadela. El domingo comerá con un centenar de personas sin recursos; algo que vuelve a recordar al argentino, defensor de los más vulnerables.Diplomacia de la pazSiguiendo de nuevo la línea de Francisco, León XIV ha puesto en el centro de sus discursos el tema de la paz. Sus llamamientos por el fin de la guerra no se han quedado solo en simples palabras. A Zelensky, por ejemplo, lo ha recibido hasta en dos ocasiones: fue el primer jefe de Estado de su agenda -junto con la presidenta de Perú- y también en Castel Gandolfo, durante sus vacaciones. Relevante, además, la llamada con Putin en junio. En el contexto de la guerra en Ucrania y buscar soluciones de paz, el Pontífice llegó a proponer varias veces el Vaticano como sede para las negociaciones entre Kiev y Moscú. En cuanto a Oriente Medio, León ha recibido en estos meses la llamada tanto de Mahmoud Abbas como de Netanyahu; todo poco después del ataque militar contra la única Iglesia católica de Gaza. A los líderes de ambos países, León les pidió «esfuerzos de negociación para poner fin a la guerra».Una curia estableLeón XIV renovó todos los cargos del Vaticano el día después de ser elegido y, hasta el momento, no hay novedades de peso, quitando que para su primer alto cargo en la Curia nombró a una mujer, Tiziana Merletti, como número tres de un dicasterio. El puesto que sigue vacante es el que tenía Prevost al frente del departamento de Obispos. María Lía Zervino trabajó con él en ese periodo y cuenta ABC cuál era su modo de actuar: «Escuchaba mucho, recogía todo, hablaba lo necesario y tomaba decisiones». Por ello, «quizá la clave para entender su pontificado sea la transparencia. No hay segundas intenciones. No juega al billar pegando de un lado para que después salte para otro». De cara a pensar en futuros movimientos, el Papa pidió «reflexión, oración y diálogo». Esto último ha sido una máxima en su día a día. León continúa tanteando el terreno y, para ello, casi cada mañana en su agenda oficial hay algún encuentro con un prefecto o alto cargo, ya sea para tratar temas doctrinales, económicos, de organización o por asuntos que requieren su firma o visto bueno.Relación con EspañaPrevost ya visitó España, pero podría regresar como Papa. La invitación se la extendieron tanto los reyes, tras la misa de inicio de pontificado, como Pedro Sánchez, con quien dialogó por teléfono el 11 de junio, entre otras cosas, de la crisis migratoria. Además, el 20 de junio, León XIV aprobó el milagro del almeriense Salvador Valera Parra -convirtiéndose en el primer beato de su pontificado- y el martirio de 124 sacerdotes asesinados en la Guerra Civil. Aunque el gesto más cercano de León XIV sucedió el 4 de julio. El Pontífice fue a visitar por sorpresa al hospital a Ignacio Gonzálvez , el joven ingresado en Roma durante el Jubileo. Ya había pedido oraciones por él en Tor Vergata, donde recordó también a María Cobo, la madrileña que falleció durante esos días de un cáncer de pulmón. Con respecto al Opus Dei, uno de los primeros encuentros de León XIV fue con Fernando Ocáriz, ‘moderador’ de la institución. No han trascendido detalles del contenido aunque sobre la mesa podría estar la cuestión de los nuevos estatutos de esta prelatura personal, que se centrarán, sobre todo, en definir el rol de los laicos.Futuro del pontificadoAunque León XIV se le ve cada vez más suelto en el ministerio petrino y definiendo sin pausa pero sin prisa el futuro de su pontificado, todavía quedan algunas decisiones que serán clave para ir perfilándolo más. Por el momento, sigue viviendo en el mismo lugar que cuando era cardenal, en el palacio del Santo Uffizio. Todo apuntaba a que volvería al apartamento del palacio apostólico, del que se rumoreaba que estaba en obras, aunque tras 100 días no hay aún una confirmación de la Santa Sede. Queda en el tintero ver cuándo publicará su primera encíclica, que posiblemente esté escribiendo durante el verano, y que marcará su programa de gobierno. Tampoco se puede pasar por alto el lugar que decidirá León para su primer viaje apostólico. Por el momento, ha sorprendido con sus ‘escapadas’ a los agustinos, a Genazzano, a Castel Gandolfo o a su antiguo dicasterio. Por el momento, parece que el Papa irá a Nicea en noviembre, una visita a Turquía que Francisco tenía planeada por el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea. Hasta ahora, nada es oficial. Habrá que esperar para saber cuál será el país que León XIV elegirá para visitar por primera vez como sucesor de Pedro.

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