La soledad , cuando es elegida y acompañada con presencia, puede convertirse en un espacio profundamente nutritivo. No es ausencia ni carencia: es un silencio fértil, una pausa que nos permite volver a lo esencial. En esta meditación, te invito a habitar esos momentos de quietud como una oportunidad para reconectar contigo, para escuchar lo que a menudo se pierde en el ruido del día a día. Aprovechar la soledad no es encerrarse, sino abrirse. Abrirse a lo que sientes, a lo que necesitas, a lo que verdaderamente te habita. Es cultivar tu mundo interior con la misma atención con la que cuidarías un jardín: con tiempo, con escucha, con ternura.Aquí, en este espacio íntimo, puedes recordarte lo que es importante, honrar tu ritmo y poner claridad en la dirección que deseas tomar.Hoy, te invito a sostenerte en ese silencio , no como una espera, sino como un acto de presencia. A preguntarte: ¿Qué quiero sembrar en mí? ¿Qué intención me acompaña en este tramo del camino?La soledad no tiene por qué ser un lugar frío. Puede ser raíz, puede ser refugio , puede ser la tierra donde vuelve a brotar tu verdad más profunda.Que tengas feliz camino.Noticias relacionadas estandar Si Cómo aprender a generar recuerdos bonitos y conectar con lo vivido Belén Colomina estandar No Cómo aprender a afrontar el miedo al fracaso usando los recursos internos y la meditación como guía Belén ColominaPodemos encontrarnos cada domingo en ABC Bienestar (te pongo aquí el listado de las meditaciones guiadas ). Además puedes saber más sobre mi trabajo en torno a los beneficios de la meditación en el libro ‘El poder sanador del silencio’ (Grijalbo) y en la cuenta de instagram: @belencolomina.

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