‘Yo estaba en el New Amsterdam, mirando a una chica con pelo amarillo’. En el arranque de ‘Mr. Jones’, la canción emblemática de Counting Crows, Jordi Fernández encuentra «donde empieza todo, la primera conexión» con lo que le está pasando. El entrenador español acaba de ser presentado como entrenador de los Brooklyn Nets y habla con un enjambre de periodistas en la cancha de entrenamiento del equipo, un pabellón con una cristalera espectacular por la que se cuela todo el ‘skyline’ de Manhattan. Fernández, un analista excelso del baloncesto, con un doctorado en psicología deportiva, encuentra la relación como si fuera una jugada de pizarra con varios bloqueos ciegos. En otra vida, era un estudiante en Ámsterdam, donde estaba de Erasmus. Aquella canción, que probablemente cantó más de una vez, hablaba de un bar con el nombre original de Nueva York, New Amsterdam, cuando todavía era colonia holandesa.Noticia Relacionada Baloncesto estandar No Llull destroza la historia en el solemne debut del Madrid en los playoffs Pablo Lodeiro El balear se convierte en el máximo triplista de la Euroliga mientras los blancos, con una cómoda victoria (90-74), ponen el 1-0 en la eliminatoriaHoy aterriza en esa New Amsterdam, la actual Nueva York, una de las capitales del baloncesto estadounidense, con una franquicia histórica -los Knicks- y otra que busca despegar -los Nets- que desde hoy está en sus manos. Es un hito histórico para el baloncesto español. Apenas ha habido entrenadores de la NBA no nacidos en EE.UU. Fernández, un chico de Badalona -«allí el baloncesto se vive en la calle, desde niños, es una de las mejores ciudades de baloncesto de Europa, incluso del mundo», explica en inglés a la prensa local-, tendrá la responsabilidad de demostrar que se puede haber nacido en España y ser capaz de analizar el juego y dirigir un equipo mejor que nadie. Ya lo hicieron sobre el parqué Fernando Martín, Pau Gasol o Ricky Rubio . Ahora es su turno.«Esto es solo un paso más», dice con humildad el nuevo director técnico de los Nets, que lleva quince años en EE.UU., forjando un camino que le acaba de llevar a lo más alto. Quizá esa New Amsterdam con la que se desgañitaba el cantante Adam Duritz fue premonitoria. Pero hasta cumplir este sueño americano Fernández ha dado muchos pasos. Empezó a entrenar con quince años, cuando todavía jugaba, como tantos otros en Badalona. Quizá él fue más pesado que otros. Cuando fue a Ámsterdam, buscó equipo donde entrenar. Servía copas en bodas y marchaba menús del día en Don Jabugo, un restaurante de Barcelona, para poder mantenerse mientras se formaba como técnico. Cruzó el charco con una mano delante y la otra detrás para aprender en un campus de Oklahoma. Las vueltas de la vida, los «pasos» de los que habla todo el tiempo, le llevaron a Las Vegas, a un centro de formación de jugadores. Allí conoció, por casualidad, a Mike Brown, el entrenador de la NBA, Fernández estaba asignado en la mejora de su hijo mayor, Elijah. Brown le conoció, le gustó, le invitó a formar parte del equipo técnico de los Cleveland Cavaliers. Era el último a bordo, sueldo de becario. Pero se hizo un hueco y desde ahí, más pasos: entrenador del equipo de desarrollo, asistente en Denver Nuggets y, hasta ahora, segundo entrenador de Sacramento Kings. Y en los veranos, este loco del baloncesto -tiene una investigación sobre efectividad de jugadas ofensivas publicada en un diario científico- ingresaba en selecciones nacionales: asistente de Sergio Scariolo -»mi padre baloncestístico en Europa»- con España y de Brown con Nigeria. Y, el verano pasado, le dieron las riendas de Canadá y volvió del Mundial con una medalla de bronce, ganada en la final de consolación contra EE.UU.«Cada uno nos abrimos nuestro propio camino. Yo sé que no podría estar donde estoy sin mi experiencia en España y en el baloncesto FIBA», responde a este periódico. «Es algo que me enorgullece y creo que es una parte importante de que se hayan decidido por mí», añade sobre la elección de los Nets.Fernández repite una y otra vez que es un «honor representar al baloncesto español, catalán y de Badalona» y que su contratación es una «oportunidad de demostrar a los entrenadores jóvenes de que siempre hay un camino».Este ‘noi’ de Badalona es desde ahora el ‘noi’ de Brooklyn. Pasará de tener una presencia mediática leve a estar sometido a una gran presión en una franquicia complicada. Los Nets se han hartado de tomar decisiones cuestionables en sus equipos, han despilfarrado en plantillas que no han funcionado, como el desastroso trío formado hace unos años por Kevin Durant, Kyrie Irving y James Harden. Eso también les ha convertido en una trituradora de entrenadores: seis en cinco temporadas.Fernández heredará un equipo joven, sin grandes estrellas, que viene de perder la mayoría de los partidos esta temporada (32 victorias, 50 derrotas) y que no ha conseguido plaza en los ‘playoff’. Él lo ve como una oportunidad «apasionante» de desarrollar jugadores y de imponer su estilo: «Poner por encima de todo el éxito colectivo».Sobre la posibilidad de entrenar a España algún día, Fernández es tajante: «España está en las mejores manos ahora mismo. Yo espero que Sergio ( Scariolo ) sea el seleccionador toda la vida». Como en su carrera en la NBA: paso a paso.
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