Epígono de la cosa

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Epígono de la cosa

El columnismo pasa por esta Casa. El columnismo se lleva o no se lleva. El columnismo es ese oficio que, en palabras de Gerardo Diego , repicadas felizmente por Manolo Alcántara , hace de «salvador de instantes y cantor de lo cotidiano». El que sirve estas columnas, durante mucho tiempo, ha estudiado las nervaduras del oficio con la pasión de lo gloriosamente inútil . O de lo muy útil; una metáfora o una imagen lírica pueden desenmascarar una tiranía al completo. Y eso lo dan estos cielos, estos paisajes y este paisanaje. Ángel Antonio Herrera fue, desde la lejana infancia de provincias, esa referencia de lo que uno quiso ser. Me honra con su amistad y eso, junto a sus lecturas, da fuerza ahora que las tormentas de verano son tan prontas y, como le digo, no se nos mueren folclóricas los domingos. Noticia Relacionada LAPISABIEN opinion Si Cartas a Olavide Jesús Nieto Jurado Eres una plaza futbolera, tranquila, que conviertes en tarde de domingo el bullicio del viernesAparte cómo modela el lenguaje para fijar lo que pasa y lo que no se ve, Ángel Antonio es el maestro que mejor pone una coma del gremio. También es el que mejor perfila, pero eso va de suyo en quien, en estas mismas páginas, pasea Madrid con sus bordillos rotos, sus mendigos que leen a Baudelaire y esos golfantes que pueblan la ciudad. En mi caso, siempre me unió una amistad intensa, con las distancias de las cabeceras y el calor de las llamadas y los correos. Ahora Ángel Antonio saca un libro, ‘Salvaje España’, que viene siendo un dietario de un país que sólo se puede atisbar, en su complejidad, desde Madrid. Ángel Antonio hila versos como columnas, con el mandamiento de no desperdiciar nada de ese «puto folio» que decía Gistau. madrid_dia_0703En mi caso, lo conocí, y aquí va el cogollo del meollo del bollo, en el Café Gijón. Fue una tarde fría en que me llevaron a dar una conferencia y allí andaba, dandi, entre los retratos de las luces de Fernán Gómez, ‘Pacumbral’, Cela y demás. Ángel Antonio es quizá el último recodo cheli que le queda a Madrid; es el poeta de la calle, del Congreso, de la última hora en las Antípodas o en los cortijos del sur, que también conoce cómo se las gastan bajando Despeñaperros.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Lluvias, benditas y tardías noticia Si Un vuelo de duermevelaUna página suya es un viaje a la felicidad. Tiene, como decía un amigo común, esa música del idioma que sólo se da en muy pocos. Y sí, sé que tengo que hablar de Madrid; y Madrid, en mi imaginario, es AAH. Así lo llamamos los íntimos y los rendidos. AL epígono de la cosa.

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